Hemos tenido oportunidad de hablar con él para que nos cuente su azarosa vida de leyenda, aprovechando la segunda vez que viene a Priego desde su marcha.

Más conocido como Francis "Emila", apela­tivo que le viene del nombre de pila de su abuelo paterno, Francisco Luque nacido en Priego el 23 de abril de 1926 era un joven muy popular en nuestra ciudad, no en vano era junto a Quico y Mateo de lo mejorcito que Priego dio en materia futbolística a finales de los años 40 y primeros de los 50 del pasado siglo, cuando el fútbol se vivía en Priego con una inusitada pasión, lo que les llevó incluso a proclamarse campeones juveniles naciona­les. Todo un logro deportivo de la época.

Francis "Emila" hizo el servicio militar como voluntario en la Marina en la escuela de

San Fernando como especialista, terminando dicho período después en el Ferrol.

A su vuelta a Priego, Francisco Luque trabaja de auxiliar como escribiente en el Juzgado, pero su inquietud le llevó a mar­charse de Priego en 1953, emigrando a Barce­lona donde trabajó cuatro años en el despacho de un abogado.

Pero estaba visto que Francis "Emila" no quería pasar su vida entre las cuatro paredes de una oficina y un buen día de 1957 se marchó a Francia y decidió enrolarse en la legión francesa.

Nada más ingresar en la legión se marchó a la guerra de Argelia hasta su finalización en 1962. Allí obtuvo la graduación de sargento y le fue concedida la medalla militar.

En 1963 le propusieron marcharse a Tahití en la Polinesia Francesa, para trabajar en una compañía como contable donde había unos 3.000 soldados, pero el trabajo no tenía nada de extraordinario pues tenía que marcharse cada vez que había un conflicto internacional: Chad, Djibouti, Madagascar ... y hasta unos 15 días tuvo que pasar en Vietnam en una situa­ción infrahumana en la que fueron masacra­dos muchos compañeros.

Francis "Emila" nos muestra orgulloso su carné de combatiente expedido en la Gayenne el 24 de julio de 1978, en el que es condición indispensable haber participado en al menos 10 combates. Y es que Francis "Emila" ha sobrevi­vido a todos, nos dice que solamente sufrió dos pequeñas heridas y en una ocasión la hebilla del cinturón le salvó de la vida, contando en su haber con numerosas condecoraciones.

Se casó en Tahití

El 30 de julio de 1966, Francis "Emila", ya con cuarenta años, contrajo matrimonio en Tahití con Enriqueta Moea, una joven aborigen del lugar con la que tuvo 3 hijos (dos niños y una niña): Francisco (fallecido en 1988), José y  Teba, los cuales le han hecho abuelo cuatro veces con dos niñas cada uno.

Francis nos comenta que sus hijos están en Tahití bien situados, ya que ambos trabajan en el Banco Socredo el más importante de la isla y que cuenta con unos 500 empleados en sus distintas sucursales, siendo allí el franco tahitiano la moneda en curso, por lo que Francis tiene dificultad para saber en euros a cuanto alcanza su pensión de jubilación, la cual se produjo en el año 1983. Después de hacer cuentas mentalmente, ha sido su sobrino Juan que estaba presente en la entre­vista el que nos ha dicho que ronda los 3.800 euros mensuales.

Ahora a sus 82 años disfruta de su jubila­ción en Papeete (que signífica agua de la cesta) la capital y la ciudad más importante de la isla que, aunque la población de dicha ciudad alcanza los 127.000 habitantes, en la propia aglomeración urbana o comuna como se le denomina administrativamente solo hay 26.000 habitantes, según Francis una pobla­ción similar a Friego, aunque allí no hay calles como aquí con las casas adosadas pues hay una gran separación entre unas y otras.

Segunda visita a Priego

Según nos comenta, esta es su segunda visita desde que se marchó de Priego y ahora ha venido sólo. El viaje no puede ser en el planeta tierra más marathoniano: Papeete en avión hasta los Ángeles; los Ángeles-París; París-Barcelona; y Barcelona-Priego en coche.

Anteriormente, hace unos 10 años, estuvo aquí también de manera fugaz con su esposa Moea, para que conociera Priego. Pero a pesar de tan prolongadas ausencias sigue estando en contacto con Priego y sabiendo lo que ocurre en nuestra ciudad ya que allí recibe nuestro ADARVE, del que dice que "No puedo vivir si él". Nos comenta que le suele tardar de 6 a 8 días y cuando le llega como es muy conocido allí le dicen: Luque te traemos el ADARVE. Ahora en su estancia en Priego, ha visitado a nuestro presidente de honor Antonio Jurado, ha estado paseando por Priego acom­pañado por sus sobrinos Juan y Filo Aguilera Serrano y según nos dice por la calle el único que le ha reconocido ha sido el cura Camacho.

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