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12.067. CARCABUEY EN EL ARCHIVO DE LA REAL CHANCILLERÍA DE GRANADA. (Trabajo de campo).

 




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Historia de Priego de Andalucía - Crónicas de toros

13. EL PRIMERO DE LOS "MANOLETES"

Descripción de la Feria Real y actuación de los diestros "Corchaíto" y "Manolete", entre otros.

                                           © Enrique Alcalá Ortiz



                                                   

            S

i en algo se destacan los corresponsales y notas de redacción de la prensa en agosto de 1906 son los diversos rumores sobre los toreros que el empresario Alfredo Serrano Marchirán tiene contratados. Ninguno de ellos acierta un pleno, puesto que se equivocan en la relación de toreros y la ganadería correspondiente. En julio decía El Defensor: "TAURINA.- Leemos con la consiguiente sorpresa en El Defensor de Granada lo que sigue: Para las corridas de feria están en ajustes la empresa Serrano Marchirán con los afamados diestros Rafael Molina Lagartijo y Bienvenida, con toros de Saltillo y Castellanes.

                         Esto parece una guasita del corresponsal; pero lo que tiene miga es que el cartel agrada a los aficionados. ¿No recuerda el citado corresponsal  los tres toritos u..., lo que fuesen del año pasado?

                         Todavía están fresquitos y puede asegurársele a la empresa un triunfo completo apenas vea el público los carteles. Yo desearía equivocarme. El corresponsal. 19 julio 906[1]". De esta noticia lo único que resultó cierto fue el nombre del empresario, lo demás, como da a entender el corresponsal, resultó ser un fiasco o una broma de mal gusto.

                         A mitad de junio, el corresponsal (G. Escandón), después de alegrarse por el buen año agrícola y la buena feria que se presentaba (el tiempo la desluciría finalmente), nos habla de los toreros Corchaíto y Manolete (el primero no actuó), y de la comisión de señores que se desplazan a Sevilla a la ganadería de Valentín Collantes (aquí sí acierta) a comprar los novillos: "NOTAS DE FESTEJOS.- Es grandísima la animación que reina en todo el vecindario con motivo de la cercana feria.

                         Este año, que las cosechas casi han satisfecho del todo, las aspiraciones de los labradores, son la causa principal del deseo de divertirse, y la comisión encargada de los festejos no se da un momento de reposo, para que todos los espectáculos que organice, respondan a las exigencias de esta culta y populosa ciudad.

                         Para los días 1, 2 y 3 del próximo septiembre, clásicos de feria, se organizan alegres dianas; divertidas cucañas; bailes populares y de sociedad, fuegos artificiales, la banda municipal interpretará lo más escogido de su repertorio: por las mañanas en el paseo de la feria, cuyas casetas recientemente construidas son de aspecto maravilloso, y por las noches en la plaza de la Constitución; las calles y plazas principales lucirán vistosas iluminaciones eléctricas, de gas y a la veneciana, circos ecuestres; teatro y para la tarde del 3 una magnífica corrida de seis novillos toros, de la acreditada ganadería de don Valentín Collantes (antes Muruve) de Sevilla, en la que matarán alternando los afamados diestros Corchaíto y Manolete con sus respectivas cuadrillas; reinando gran entusiasmo entre los aficionados por ver juntos a estos dos espadas que tantos aplausos han cosechado en los mejores circos taurinos de España.

                         Hoy ha regresado de Sevilla donde han apartado el ganado para esta corrida los inteligentes taurófilos don Rafael Serrano, don José Valverde, don José T. Carrillo, don Manuel Núñez y el que suscribe, que en unión del empresario, ferviente admirador del arte de Montes, don Alfredo Serrano han escogido los siguientes bichos:

                         Número 8, Gaditano, chorreao en verdugo, número 32, Grajito, negro; número 23, Cantinero, negro; número 31, Capotero, negro; número 11, Hilguerito, castaño; número 17; Capa negra, negro lombardo y un reserva.

                         Todos de 300 kilos.

                         El ganadero vendrá a presenciar la corrida. Tanta confianza le merecen sus toros.

                         En resumen, se nos preparan unos días alegres que compartiremos con los numerosos forasteros que anualmente nos visitan con motivo de la feria.

                         Sólo deseamos que la Comisión organizadora termine la confección del programa de este año, pues si ultima los demás espectáculos, merecerá el general aplauso de todo el vecindario. El corresponsal. Priego, 13 de agosto de 1906[2]".

                         Y ya a finales de agosto, cuando faltaba escasamente una semana para la celebración de la corrida, se destapa el Diario de Córdoba con la siguiente noticia de la redacción: "FERIA DE PRIEGO.- La ciudad de Priego celebrará en los cinco primeros días del próximo septiembre su feria y fiestas, ya tradicionales. Las de este año han de resultar brillantísimas, pues la comisión de festejos, inspirándose en los más patrióticos ideales, prepara grandes atractivos para esos días. Durante ellos habrá magníficas veladas, con profusa iluminación eléctrica, se verificará la rifa de Beneficencia, estarán abiertos los teatros y circos, locales, y aparte de estos espectáculos, en la tarde de 3 se celebrará una gran corrida de novillos toros, procedentes de las afamadas ganaderías de Núñez de Prado y Murube, hoy de don Valentín Collante, vecino de Sevilla, actuando en dicha corrida los diestros Fermín Muñoz (Corchaíto) y Manuel Rodríguez (Manolete) con sus cuadrillas[3]".

                         Se equivocaba con Fermín Muñoz. Si algún cordobés se desplazó a Priego a ver a "Corchaíto", tendría razón si a la vuelta a casa presentaba en el juzgado una reclamación, solicitando reparación de daños y perjuicios, por información engañosa.

                         El corresponsal de El Defensor, nos detalla exhaustivamente, lo que finalmente pasó en la plaza, en crónicas muy detalladas que se van haciendo clásicas en su estilo: "NOTAS DE FERIA.- Ha resultado muy desanimada la feria a causa del copioso aguacero que cayó en la tarde de día dos y lo encapotado y lluvioso, que estuvo todo el tres.

                         El mercado de ganados muy bien el día primero pero flojo los demás. Todo ha contribuido a que los numerosos forasteros que aquí había se marchasen quedando paralizados los negocios.

                         El paseo muy concurrido y luciendo sus encantos bellísimas señoritas. En la rifa de Beneficencia también ha habido pocos ingresos. Este temporal tan inoportuno nos ha fastidiado a todos.

                         No hemos tenido que lamentar ningún suceso desagradable.

                         TOROS.- Con una tarde fría y desapacible y el cielo encapotado vamos a presenciar la corrida anunciada para hoy.

                         La animación es muy poco por haber llovido ayer tarde, y en este momento media hora antes de la corrida, cae un buen chaparrón, que acaba con la poca alegría que resta a los pocos aficionados.

                         En la plaza la entrada es muy floja y a la hora reglamentaria ocupa el palco presidencial el alcalde señor Gámiz. Paquito Moreno montando admirablemente una jaca alazana, hizo el despejo y otra porción de filigranas mostrando ser un jinete consumado, y hechas las señas de ordenanza abre plaza el primero.

                         CAPANEGRA. Número 17, negro bombardeo. Se acerca a los varilargueros, aceptando cinco puyazos por dos caídas y una baja en las cuadras.

                         Los matadores hacen buenos quites, especialmente Manolete, que se luce con unas verónicas aceptables y Conejito que hace uno abanicando y termina con un farol.

                         Cambiada la suerte, adornan los niños el morrillo de Capanegra con tres pares de zarcillos y pasa a manos de Manolete que encuentra el bicho de mucho cuidado, y defendiéndose hace una inteligente faena con el trapo rojo para sacarlo de la querencia del caballo y previos tres naturales, otro redondo y cuatro bajos, cuadra y larga media lagartijera de la que rueda el toro sin necesidad de puntillas.

                         Ovación delirante y oreja.

                         GRAJITO. Número 32, negro. Conejito le para los pies con varios lances, que se aplauden. Se acerca a los del castoreño tomando una de refilón y un marronazo que hace que se crezca el toro matando un caballo y tomando después dos varas más recargando. Otra vara que no me gusta, luciéndose los matadores en quites especialmente Manolete que terminó con uno abanicando que le aplauden justamente.

                         Se cuelgan dos pares y media y al último es cogido y volteado el hermano del Conejo pasando a la enfermería. El toro tiene la cabeza por las nubes y Conejito III pisando los terrenos se empeña en levantársela más.

                         La faena resulta pesadísima y por fin agarra una estocada caída.

                         Actúan los enterradores un buen rato y por fin descabella a la primera. Palmas a la valentía del muchacho que entró desde cerca y con muchos riñones.

                         JILGUERITO.- Número 11, castaño, bizco de derecho. A la salida arremete a un montado que puso una buena vara, cayendo con estrépito y estando al quite la Providencia. Después tomó otras dos de refilón y se crece recibiendo seis puyazos más, todos malísimos. El toro superior. En quites nada de particular salvo unas verónicas de Manolete, estirando los brazos como mandan los cánones taurómacos. Quedan dos pencos en el ruedo.

                         En el segundo tercio dos pares y medio (uno de aquellos en la oreja), y vamos a ver qué hace Mojino con el toro que está entero y de mucho poder.

                         Previos tres naturales, uno ayudado y dos bajos intenta dar uno redondo y es recogido por el toro sacando rota la taleguilla. Varios pases y cobra media delantera perpendicular. Un pinchazo echándose fuera, y por último, una hasta la mano algo caída de la que el toro dobla.

                         Palmas.

                         CANTINERO. Número 23, negro, de muy buena lámina. En las primeras se ve que el toro es manso. Después de mil trasteos, saliendo a los medios y haciendo mil cosas que no son permitidas, mojan dos veces los de tanda y no acercándose más vemos el pañuelo rojo en manos del presidente.

                         Los niños de Manolete se encargan de la pirotecnia y tuestan al Cantinero con dos pares y medio. Muchas palmas al Manchego.

                         Empuña por última vez Manolete las armas torcidas y previos tres naturales, uno ayudado, tres redondos, uno de pecho buenísimo y cuatro bajos, larga media estocada en su sitio.

                         Ovación. Nuevos trasteos; cita a recibir da un pinchazo en su sitio por no acudir el toro por completo. Varios pases más y da una hasta los gavilanes, sentándose en el estribo y doblando el toro. El puntillero lo levanta. Intenta descabellar dos veces y se acuesta el toro acertando por fin el puntillero a la segunda.

                         Muchas palmas por faena tan laboriosa e inteligente.

                         GADITANO.- Número 8. chorreao en verdugo, tuerto del derecho y astillado del pitón izquierdo.

                         A la salida se acerca a los tres picadores de tanda sin novedad. Después le paran los pies y toma cinco varas recargando, desmonta a un picador que pasa a la enfermería.

                         Los matadores bien en quites toreando Conejo y Mojino al alimón y Manolete recogiendo el toro, terminando los tres de rodillas en la misma cara de bicho. Palmas. Pide el público que pareen los matadores y Mojino clava medio par regular. Conejito un par al cuarteo y Manolete después de una bonita preparación coloca un par de frente.

                         Conejito brinda a don José Serrano y empieza a pasar con valentía.

                         Manolete le ayuda con el capote y al cuadrar el toro da una gran estocada un poquito atravesada, saliendo trompicado y rodando el bicho sin puntilla. Ovación entusiasta.

                         CAPOTERO.- Número 31, negro. Toma tres varas de refilón y cinco con poder causando tres penquicidios.

                         En quites bien. Manolete se marcó una larga y recortó admirablemente. Los otros matadores muy oportunos.

                         Con dos pares y medio pasa a manos del Mojino que se entiende con su contrario pasándolo con tres naturales, dos derecha y uno ayudado para un pinchazo bueno; varios trasteos más y da una buena estocada que pone fin a la corrida.

                         RESUMEN.

                         El ganado bien presentado y muy bravo en general. Un poco tardos para la suerte de varas pero creciéndose al castigo. El mejor de todos fue el quinto.

                         El ganadero asistió a la corrida.

                         Los matadores muy bien y trabajando con fe toda la tarde.

                         Banderilleros el Manchego y Recalcao.

                         Picadores malísimos.

                         Caballos muertos once; ocho arrastrados y tres en las cuadras.

                         Servicios buenos.

                         La Presidencia acertada.

                         Entrada muy floja.

                         Corresponsal. Priego, 5 septiembre[4]". 

                         Con un estilo diferente, cual corresponde a un literato poeta, Carlos Valverde López, nos resalta la feria pasada por agua y la actuación más destacada de Manolete, el padre: "FERIA HIDRÁULICA.- Sí señor, hidráulica o pasada por agua, como el lector guste; a poco más, a sembrar, sin haber acabado de coger.

                         Aunque la feria de Priego oficialmente comienza el primero de septiembre, realmente no principia hasta el día dos, y este año, aunque no estaba en el programa de festejos, se nos vino, como si dijéramos, de momio, ese festejo más.

                         Al mediodía del domingo, una lluvia torrencial con su correspondiente repiqueteo de truenos, a manera de traca meteorológica, anunció al pueblo que había empezado la feria real y... pluvial.

                         Así transcurrió un buen espacio de la tarde, pero al fin con el avance de ella, calmó Neptuno sus furores, y al atardecer como dicen los literatos modernistas- pudo Venus sacar de sus casas o de sus casillas, al bello sexo (que en esta ciudad es más bello) y Cupido, por consiguiente, hacer de las suyas, y hasta Mercurio emprender sus negocios de compra- venta, permuta y engañifas en el Mercado.

                          Por la noche se inauguró la rifa de Beneficencia en la elegante tienda construida ad hoc, acto que revistió gran solemnidad y animación, tanto por la cantidad y calidad de las personas que a él concurrieron, cuanto por las notas pintorescas y artísticas que la iluminación eléctrica y la ejecución de escogidas piezas musicales, tocadas por la banda municipal, le prestara, y así acabó este día sin más incidentes.

                         Pero llegó el día 3 (segundo de feria) en el que había de celebrarse la anunciada corrida de novillos, y desde las primera horas de él ya se dibujaban grandes celajes en el horizonte, que condensándose al mediodía, dieron por resultado la iniciación de la lluvia, precisamente a la hora en que el público se disponía a ir a la corrida; y aunque el agua no se formalizó, fueron bastantes los amagos y el recuerdo de la que cayera el día anterior, para que muchos se retrajeran de acudir al circo, restando animación al espectáculo e ingresos a la empresa.

                         Tuvieron las nubes misericordia de ésta, y al fin la corrida se dio con una entrada menos que mediana, pero que hubiera sido una debacle, de celebrarse hoy, como verá el lector más adelante.

                         La corrida pudo clasificarse de regular, a menos a juicio del que esto escribe, que ni es revistero de toros, ni el Señor lo permita.

                         De los matadores sobresalió Manolete, que estuvo muy bien en quites y en el lance supremo.

                         Conejito III y Mojino Chico, regulares, con más voluntad que arte.     

                         Los picadores, mal; los banderilleros, regular, y los toros lo mismo que los banderilleros.

                         La presidencia, aunque lego para juzgar de su acierto, entiendo que no pertenece a la Protectora.

                         Terminó la corrida bastante tarde, y a la noche se restableció el paseo y la animación en la feria.

                         Las nubes, empero no se habían ido, asistían desde el palco de los cielos a nuestra fiesta y hay que concederlas que esta vez fueron galantes.

                         Esperaron a que tanta belleza como paseaba, tanto lujo como se ostentaba, se exhibieran y desaparecieran, y cuando esto sucedió, apenas entró el turno el día 4, a sea a la media noche, se abrieron las cataratas del cielo y un diluvio que aspiraba a parecerse al universal, con su respetable acompañamiento de relámpagos y truenos, nos ha estado cayendo por espacio de doce horas seguidas, sin la más leve interrupción.

                         Pobre feria, ¡y pobres feriantes!

                         Aquella acabó ahogada, y éstos, como náufragos supervivientes del Syrio de cuya catástrofe hace hoy un mes precisamente- discurrían y discurren por estas calles de Dios, pasados por agua..., por fuera.

                         Debo hacer esta distinción, porque muchos van pasados por vino, pero... por dentro.

                         Aquí termino estos mal hilvanados renglones con promesa de, en corto plazo, contestar a mi amigo don Pedro Alcalá-Zamora, quien desde este periódico me dirigió un artículo a Málaga o a donde me hallare. EL CORRESPONSAL[5]".

 



[1] CORRESPONSAL: Taurina, "El Defensor de Córdoba", número 2038, 21 de julio de 1906.

[2] CORRESPONSAL: Notas de festejos, "El Defensor de Córdoba", número 2059, 16 de agosto de 1906.

[3] DIARIO DE CÓRDOBA: número 17009, 28 de agosto de 1906.

[4] CORRESPONSAL: Notas de feria, "El Defensor de Córdoba", número 2078, 7 de septiembre de 1906.

[5] VALVERDE LÓPEZ, Carlos: Feria hidráulica, "Diario de Córdoba", número 17019, 7 de septiembre de 1906.





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