l activo empresario Alfredo Serrano preparando la corrida de feria del año 1902 envía a la Corporación Municipal un memorial solicitando ayuda de gastos. Reunido el Ayuntamiento acuerda contestarle que no tienen recursos para dicho objeto[1]. Esta contestación negativa no lo amilanó en absoluto porque según publicaba El Defensor de Córdoba, a principios de agosto hacía intensas gestiones para preparar su acostumbrada corrida ferial: "TOROS: Marchirán tiene en proyecto una magnífica novillada para la próxima feria de ésta, diciéndose que alternará con la cuadrilla que se contrate el notable aficionado de ésta Juan Camacho (alias) Humedades[2]. Pero esta gestión resultó fallida. El mismo diario citado, ya en la segunda quincena de agosto, hace propaganda del espectáculo finalmente preparado: "DE PRIEGO.- TOROS.- En la novillada que ha de verificarse el día 3 del próximo septiembre, en ésta con motivo de la Feria Real, tomarán parte con sus respectivas cuadrillas los valientes diestros Manuel González (Rerre) y José Moreno (Lagartijillo Chico).

                         El tercer novillo será matado por D. Tancredo López el que hará antes su arriesgado experimento.

                         Los toros serán de la acreditada ganadería de Flores, vecino de Villa Palacios.

                         La empresa se compromete a pagar daños y perjuicios si no es el auténtico Don Tancredo[3]".                        

            El Defensor de Córdoba, empieza a publicarse a principios de septiembre de 1899, con carácter diario y con ideología liberal conservadora en su primera fase. Fue fundado y dirigido hasta su muerte por José Navarro Prieto, en 1902, siendo comprado este año por Daniel Aguilera Camacho, que lo convirtió en un diario católico, muy beligerante, que extremó su comportamiento en los tiempos de la contienda civil, concentrando a su alrededor a la derecha política cordobesa de la época. Era editado en la tipografía de su título. Desaparecerá, junto a las demás publicaciones diarias cordobesas en septiembre del año 1938.

            Si bien en El Defensor nos enteramos del anuncio de la corrida de 1902, será en el Diario donde nos leemos de lo sucedido en esta feria, debido a la pluma de J. Guerrero: "ECOS DE PRIEGO.- CORRIDA DE TOROS.- Y respecto a los toros, podré decir que el empresario ha hecho buena ganancia; que el público renegó de haber dado su dinero, porque si bien las cuadrillas demostraron valentía y deseo de trabajar, el ganado fue tan malo, que con cualquier suerte que les hacían, rodaban los novillos por el suelo, efecto de la poca resistencia que tenían. Los espadas, Manuel González, Rerre y José Moreno, Lagartijillo Chico, estuvieron superiores; los banderilleros bien, los peones regulares y los picadores muy tumbones.

                         Don Tancredo López hizo lo que pudo en la muerte de su tercer novillo; demostró menos conocimientos taurómacos que un niño, pero su arrojo fue tan grande, que la taleguilla más de una vez estuvo en peligro.

                         Don Tancredo no pudo hacer la suerte de la sugestión por estar prohibida por el señor Gobernador, según anuncio que apareció sobre el cartel de la corrida.

                         El público respondió al llamamiento del empresario Alfredo Serrano, que no estará descontento de sus paisanos. J. Guerrero[4]".

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