© Enrique Alcalá Ortiz
unque atrasada cultural y técnicamente, España no se quedó en la zaga en algunos aspectos de los movimientos de liberalización femenina y luchas por la igualdad de sexos. Por estos años, en algunas naciones de los Países Bajos, admitieron mujeres en el cuerpo nacional de policía y en París muchas señoras se hicieron chaufeur de carros y taxi, profesiones como otras muchas, hasta entonces vedadas completamente a las mujeres. Esos pasos hacia delante del entonces llamado sexo débil o bello sexo, tardarían en popularizarse en España donde la cultura mora y cristiana integrista estaba aún muy arraigada. Sin embargo, algunas de estas ráfagas de modernidad se concretaron en nuestra fiesta nacional, espectáculo que nos singulariza del resto de los países de nuestro entorno. Y así aparecieron mujeres toreras o rejoneadoras como Josefa Moles, Matilde Vargas, Ángeles Pagés y Dolores Pretel que se dieron una vuelta por la recién construida plaza de Priego, luciendo sus éxitos y fracasos. Éxitos en algunos puyazos y banderillas, y fracasos estrepitosos a la hora de la verdad. "PRIEGO. (De nuestro corresponsal).- Fiesta taurina.- Notas de la feria. La corrida de toros que se verificó en la tarde del día tres, donde se jugaron becerros del señor Jiménez, de La Carolina, no pudieron ser peores, siendo el segundo retirado al corral (igual distinción debieron sufrir los demás) por sus malas condiciones para todos los tercios de la lidia.
La cuadrilla con deseos de agradar, hicieron todo lo humano posible.
Lolita mató su último rejoneando al segundo puyazo, escuchando muchos aplausos.
Angelita incansable con el capote, poniendo un par de banderillas inmejorable.
En la muerte estuvieron desgraciadas, matando como podían a becerros tan poco bravos y recelosos.
La plaza que no cogía más gente.
La presidencia oportuna, y el simpático empresario don Alfredo contentísimo por el resultado de sus empresas, que le dejan buenos cuartos.
Último día de feria fue el de ayer tres, la que este año no ha estado tan animada en transacciones como los anteriores, habiendo miles de cabezas de ganado vacuno y mular en el Real de la feria, que con razón le hacen figurar como una de las primeras de esta provincia, no habiendo ocurrido nada en ella digno de mención, ni desagradable, lo cual honra al vecindario y a las autoridades.
El paseo (calle de Prim) se ve muy favorecido por lindísimas muchachas forasteras y de ésta; no doy nombre de ninguna porque sería interminable y ésta va resultando larga. 4 septiembre 97.
A la novedad de las mujeres toreras y rejoneadoras se unen otras dos en este año. Por primera vez en el Diario de Córdoba, aparece la firma de un corresponsal contándonos una corrida de toros. Hasta ahora todas las noticias que hemos detallado están firmadas por la redacción, excepto la anónima de la corrida inaugural que la suscribe Ogeba. En estos primeros años nos encontramos como corresponsal repetido la firma Carrillo o J. Carrillo, aunque bien pronto se consolida la de F. Ontiveros, un maestro de escuela que durante muchos años mandará innumerables crónicas de diferente temática, hasta que es trasladado de la localidad y más tarde por José Guerrero Muñoz. Otro hecho singular es la aparición del simpático empresario don Alfredo, como dice la prensa. Se refiere a Alfredo Serrano Marchirán que por este año, por lo que se ve está consolidado como empresario taurino. Nos lo vamos a encontrar repetidas veces durante tres décadas, organizando festejos buenos y malos, pidiendo subvenciones a organismos oficiales y otras instituciones, y ayudando al Ayuntamiento o cofradías cuando necesitan sus servicios para cualquier festival benéfico.
En vista del éxito de taquilla obtenido con la novedad de las mujeres toreras, el inquieto y oportuno empresario Alfredo Serrano intenta, para el año de 1898, seguir con la novedad del encanto femenino actuando en el albero de la plaza. La prensa nos cuenta su visita a Córdoba, buscando mujeres a las que contratar: "TOROS EN PRIEGO.- El empresario de la plaza de toros de Priego, don Alfredo Serrano, se encuentra en esta capital para contratar al conocido matador de toros Antonio de Dios, Conejo, y a la célebre rejoneadora Matilde Vargas, con objeto de dar una corrida en los primeros días de septiembre, feria en aquella ciudad. Su intento le falló por alguna razón, bien por fechas o por exigencias monetarias, porque al mes siguiente, hace un contrato en firme para que el día 3 de septiembre actúe la cuadrilla de Niños cordobeses. La actuación de éstos nos la cuenta el Corresponsal: "DESDE PRIEGO.- (De nuestro corresponsal).- 5 septiembre.- CORRIDA DE TOROS.- El día tres, como estaba anunciado, tuvo lugar la corrida de novillos, donde se habían de jugar seis de los señores Lozano, de esta población, que fueron estoqueados por las cuadrillas de niños cordobeses.
A las cuatro y media de la tarde se abrió el palco presidencial, ocupado por el Alcalde don José Luis Rubio, haciéndose el paseo por las respectivas cuadrillas.
Éstas fueron saludadas con breves aplausos.
Después de cambiados los capotes de lujo por los de brega, dio principio la corrida.
Durante la lidia, los niños obtuvieron ruidosos aplausos por su valentía y destreza en las diferentes suertes que cada uno de ellos ejecutó, sobresaliendo el Sabañón, Torerito-Chico, a los que les fueron concedidas, a petición del público, dos orejas por otras tantas magníficas estocadas que propinaron a sus dos toros, segundo y tercero.
El ganado se puede calificar de bueno el primero, segundo y tercero de la corrida.
El quinto fue el de la tarde, por su extraordinaria bravura y excelentes condiciones para la lidia.
El cuarto y sexto fueron regulares; en el último, los niños Joaquín Fernández y Manuel Rodríguez hicieron tales proezas, que fue una verdadera ovación la que los aficionados tributaron a tan simpáticos toreros.
La plaza estuvo poco concurrida y la presidencia acertada.
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