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13. LA VIRGEN SE HIZO PATRONA DE LA MÚSICA Y LAS PALABRAS
Personas y asociaciones.
© Enrique Alcalá Ortiz
Las ondas corren de prisa
para llegar a las casas.
En cada radio de Priego
están de fiesta sonada
al saber que desde hoy
una patrona las guarda.
Es esa virgen chiquita,
que vemos en la portada
de la iglesia de la Aurora
que de barroca, resalta.
Hecha en un solo bloque,
de mármol y piedras blancas,
sostenida por los ángeles
que hacia el cielo la levantan.
La de los brazos abiertos,
para guardar al que pasa,
la que reparte sonrisas
con su carita de nácar.
Todos conocéis su rango
es la reina de esta plaza.
Mucho más que la Isabel,
la que conquistó Granada.
Mucho más que cualquier otra
ésta que Aurora la llaman.
He de repetir de nuevo
la que manda en esta plaza.
Las ondas se tornan rectas
que se clavan en el alma.
Todas la radios se encienden
al llegar la madrugada...,
Se hizo en Priego el milagro
de hacer a las ondas, santas.
Desde hoy la villa tendrá
sobre sus ondas hertzianas
el cetro de su patrona
que será como la vara
de aquel bíblico Moisés
que consiguió que las aguas
se partieran en tajadas
y saltaran de las piedras
en abundante cascada.
Ábranse de par en par
los portones de esta casa.
Al altar mayor pasemos
donde la Virgen aguarda
hecha por Diego de Mora
con cien buriles de plata.
Y Juan de Dios Santaella
al verla de pie en la sala
le hizo un trono de oro
para que en él se sentara
con cien querubines niños
que le transportan en andas.
¿No es bonita? ¿No es salada?
¿No es hermosa? ¿No es divina?
¿No es acaso la más guapa?
Es todo eso y es más,
ya que no tengo palabras
por más que busco en mi mente
para poder encumbrarla...
Lo acabo de decir antes
es la reina de esta plaza.
La música es un mensaje,
el micro suaves baladas.
Estad queditos, amigos,
escuchemos la tonada:
"Devotos, llegad:
que la Virgen del cielo es la Reina;
y, sin su permiso, nadie puede entrar".
El día ya se hizo noche
que sueña con su alborada,
y unas guitarras que vibran,
y unas voces que declaman
que se pierden a lo lejos
entre las encrucijadas.
Estad, queditos, amigos,
son los hermanos... que pasan.
La Virgen se hizo patrona
de telas y de palabras[1].
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