11.45. CUANDO EL AYUNTAMIENTO DEFENDÍA ANTE EL OBISPADO EL PATRIMONIO PÚBLICO
© Enrique Alcalá Ortiz
No te apartes de tu pueblo.
Siente, Jesús, nuestro llanto.
Oye, Señor, nuestro canto
que se eleva en el altar.
No por nosotros, Jesús,
sino por tu compasión
y la sangre de pasión
que te hicieron derramar.
1348 Veces visto - Versión para Imprimir
Libro deVisitas