© Enrique Alcalá Ortiz

24

Es muy espinoso dejar

este mono que me tiene

abandonado en el mal.

25

Con el coloque estaba

Anteayer.

Con el coloque sigo

como puedes ver.

26

Un solo ayer me hice

con la heroína.

Ahora me preparo

otra jeringa.

27

Esas horribles figuras

que en procesión me desfilan

en este viaje inconcluso

sin llegada ni salida.

28

Este sudor que me invade

que la garganta me seca,

que me deja a mí la mente

limpia de cualquier idea.

29

Me enfrenté con un camello

que me quería engañar

con una yerba podrida

pero lo supe evitar.

30

Una promesa me hice

anoche mientras fumaba,

que en fumándome este porro

otros muchos más quemara.

31

Al despertarse se debe

volver siempre a comenzar,

es una rueda continua

que no se para jamás.

32

El humo me emborrachaba

sintiéndome en un sopor

que adormecía mi mente

dándome satisfacción.

33

Sin quererlo, sin pensarlo,

anoche me coloqué

con tres porros que me diste

que apresurado fumé.

34

Un camello me encontré

cargado de mercancía,

y tuve que cabalgarlo

para tener mi pastilla.

35

El porro que te coloca

en un viaje sideral,

es el mejor aliciente

de tu vida existencial.

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