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11. ¡NADA MÁS!
Y los poemas: 12. Hundimiento. 13. No tienes. 14. Te di. 15. Creo.
© Enrique Alcalá Ortiz
Con ser bella
tienes bastante.
¡Nada más!
Todo tu cuerpo
es una sonrisa que te invade
a rebosar.
Tienes aire
de borbotones azules
al mirar.
Encanto de belleza
que te inunda en pleamar.
Eres joven, eres bella,
nada menos.
¡Nada más!
12. HUNDIMIENTO
Las pupilas dilatadas
de los niños.
Los silencios, las promesas,
lo divino
se entrelazan en mi pecho.
Mi más íntimo,
con que corono mi frente
y mi destino.
13. NO TIENES
Porque no tienes deseos
y un frío de mármol te parte.
Anillos que son prisioneros
no son ni luz perpetúa
que enlazara tu altura.
Y si maquillaje ausentas
mientras las liras se esconden
para encontrarse a sí misma,
perdonada es tu ausencia
de ese cuerpo que te cubre.
Perdona, que negros huyan
de ese blanco de aureola.
Porque no tienes caricias
que al atesorar esparces,
melodramas te partieron
entreactos sin hilaridad.
Y mientras eres incienso
que en profano teatro
el aire traga y devuelve,
burbujas de hielo son las sonrisas
de esa llanura fría.
14. TE DI
Te tengo dada la libertad
y te quejas
de rejas.
La pequeña verdad,
-por grande-
no tiene existencia.
Tú la tienes.
La libertad
de nuestro mundo cosmogónico
nos abraza.
Y es como ese Ser Insuperable
que si existiese
es porque lo pensamos.
Te di, dándote, la mentira
y me dejas.
15. CREO
Creo que sí...,
a todo eso.
¿Por qué no?
Creo que hay,
más y más...,
¿di?
Y creo que hay
menos y menos...
¿no?
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