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04. TE OSCURECISTE DE NOCHE (III)
Soleares del amor primero.
© Enrique Alcalá Ortiz
59
De tu sencillez se espantan
esas mentes retorcidas
que con sus lenguas se matan.
60
Se abultaron tus razones
como las montañas de humo
dentro las habitaciones.
61
Cuando llegue ese momento
brindaremos con buen vino
hasta caernos al suelo.
62
Me enamora un caballero
con grandísimos recursos
En mi casa andan revueltos.
63
Fuiste bastante elocuente:
me respondiste en silencio
y sin que pudiera verte.
64
Puse sobre las cuartillas
lo que pensaba de ti
en mis negras pesadillas.
65
Quería líos de amor:
me fui a la orilla el río
y dibujé un corazón.
66
Si mañana no estuviera,
puedes sentarte tranquila
esperando en la escalera.
67
Mañana cuando amanezca
te pondré donde tú estabas,
es decir, en las estrellas.
68
A la hora de escribirte
se me nubla la cabeza
y no sé lo que decirte.
69
Si me quieres perdonar,
me perdonas de una vez
y pelillos a la mar.
70
Yo te escribo con mi letra,
pero es bastante más clara
que la que tiene la imprenta.
71
El aldabón de la puerta
me sirve de pregonero
para que salgas afuera.
72
Desde que siento el amor:
he pasado de estar solo
a vivir con el dolor.
73
Con el sombrero de lado
me apartaste de tu vida,
pero estaba preparado.
74
No quieren ni que te nombre.
Se mueren de fea envidia
de ver que me correspondes.
75
No te pensé por dos veces.
Estoy aún en la primera
y así continuaré siempre.
76
Y yo que no me asustaba.
Temblaba como un chiquillo
cada vez que me acercaba.
77
No deseo que tus ojos
pinten lágrimas por mí,
mi aguadora de otoño.
78
Se juntaron nuestros besos.
Los cuerpos se derrumbaron
con el calor de sus fuegos.
79
Por la mañana, tan negra;
y por la noche tan blanca.
¡Y quieres que te comprenda!
80
Dejaste tu vaso de agua
después de haberlo bebido
para que yo lo apurara.
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