© Enrique Alcalá Ortiz

Todas las aguas son buenas

para hacernos crecer,

juntemos nuestras acciones

y también nuestro querer.

Una charla siempre abierta[1]

para educarlos mejor

es el primer objetivo

del padre y de profesor.

Todas las aguas son buenas...

Nadie se tenga por más,

nadie se tenga por menos,

educando a los hijos

todos podemos ser buenos.

Cuando surjan los problemas

de nuestra educación,

los padres y profesores

buscarán la solución.

Todos juntos en un bloque

para nuestra educación:

los padres, los profesores

dentro del Carmen Pantión.

Alumnos con la amistad

y padres con sentimiento

junto con los profesores

harán mejor el colegio[2].

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