INICIO
 CURRÍCULO  
 NOTAS BIOGRÁFICAS  
 CRONISTA OFICIAL  
 ARTÍCULOS  
 LIBROS  
 FOTOTECA  
 ADARVE FOTOGRÁFICO  
 ENVÍA TUS FOTOS 
 VÍDEOS 
 NOTICIAS DE PRIEGO 
 ENLÁCENOS 
 LIBRO DE VISITAS 
 BLOG 

 

12.045. LA CREENCIA INMACULISTA EN PRIEGO

 




Visitas
desde el 1 de mayo 2007
POESÍA DE ENRIQUE ALCALÁ ORTIZ - Piscina de otoño

17. EL BODEGÓN DE MI MESILLA DE NOCHE

© Enrique Alcalá Ortiz



 

Sobre mi mesilla de noche,

-compañera silenciosa de siestas estivales y huidas nocturnas-,

se forman dos bodegones

en su losa de mármol amarillo y vetado de rojo

con la que cubre sus maderas de pino

pintadas de color caoba.

 

Durante el día, un tapete de ganchillo,

-obra artesanal de mi mujer en horas de estufa y televisión-

fabricado con diminuta aguja picuda e hilo marfileño

pone un encanto de celosías

y paisaje floral.

Encima de él, una lámpara,

estilo imperio,

-como los muebles del dormitorio-

lagrimea cristales de brillos eléctricos y dorados.

A una cuarta exacta,

(más o menos),

un perseverante reloj despertador

manosea sus manecillas luminosas

y salta estruendoso cuando me señala la hora

que mucho antes le había programado.

Su pestaña superior es esparadrapo

a timbrazos destemplados.

Siempre la oprimo con ganas,

sin preguntarme jamás la alegría de esta acción.

Porque más suave

es el timbre digital de teléfono inalámbrico

que afortunadamente guarda reparo en mis horas

nocturnas pues sólo da

signos de vitalidad con sus dos pilotitos

-uno verde y otro rojo-

de luz suficiente para mis ojos cerrados.

 

Ante este cuadro diario y permanente,

a la hora del sueño nocturno

se unen otros objetos de la necesidad física

o de la edad cronológica.

Un vaso de agua, siempre mineral,

para en horas tempraneras humedecer bocas resecas

que han permanecido abiertas en un signo de admiración.

Abiertas, precisamente, cuando los ojos se cierran,

para agarrarse a la vida que ya inconscientemente se sueña.

Y unas gafas de la presbicia,

como calendarios de edad

en mis ojos oculares ya flácidos y decadentes.

 

A estas necesidades corpóreas

-podríamos decir-

del paladar y la vista,

se suma un pequeño y humedecido hueso de cereza

que durante todo el día de vela

-excepto comiendo y en la siesta-

se humedece en la boca

aplacando inquietudes

de un hábito de fumador

ya desechado.

Y como no, un libro, o dos, de poemas:

Alberti, Juan Ramón, Aleixandre, Lorca,

Ángel González...,

y muchos otros menos sonados

pero igual de intensos y evocadores.

 

Con todos estos objetos de mi mesilla

mis necesidades están cumplidas en parte.





1018 Veces visto - Versión para Imprimir




Libro de
Visitas


Colabora con tus fotos



Buscador de Artículos



[INICIO] | [CURRÍCULO] | [BIOGRAFÍA] | [CRONISTA OFICIAL] | [ARTÍCULOS] | [LIBROS] | [FOTOTECA] | [ADARVE FOTOGRÁFICO]
[ENLÁCENOS] | [LIBRO DE VISITAS] | [ENVÍA TUS FOTOS] | [BLOG]


Diseño Web: © dEle2007