17.10. FRANCISCO TEJERO: DE BAENA A LA HABANA Y DE LA HABANA A PRIEGO
Murmuraba las caricias
sobre tu negro cabello.
El fulgor de su destello
me traía las delicias
y las sonrientes albricias
de un perfume femenino.
Tu pelo de vellocino
es la madeja suprema
cual si fuera la diadema
de ese rostro tan divino.
1051 Veces visto - Versión para Imprimir
Libro deVisitas