Tardaron en cogerlo, pero una vez en sus manos al desgraciado Rebeca le aplican la ley a rajatabla, y en este caso en un Consejo de Guerra que se celebra en Sevilla. El y su compiche Andrés Colomo (a) Moreno son juzgado por un delito de secuestro en la persona del farmacéutico de Bujalance. El Ministerio Fiscal no se anda por las ramas y pide nada más y nada menos que cadena perpetua para nuestro antihéroe.

?BANDOLEROS. CONSEJO DE GUERRA.- UNA CAUSA POR SECUESTRO.- En la sala de actos de la cárcel de Sevilla se celebró el sábado último un Consejo de guerra contra los individuos apodados Rebeca y Moreno, como autores del secuestro del farmacéutico de Bujalance don Ricardo de la Torre Gens.

            Este Consejo revestía importancia, por haber sido los procesados sometidos anteriormente a otro proceso suponiéndose tuvieran participación en el asesinato de los guardias civiles de Valenzuela, hasta que fueron capturados los verdaderos autores.

            Los hechos cometidos en las inmediaciones de Bujalance y de los cuales aparecen autores Rebeca y el Moreno, ocurrieron en los últimos días de marzo de 1908, de la siguiente manera: Don Ricardo de la Torre salió de Bujalance en carruaje, dirigiéndose a un cortijo de su propiedad situado a unos siete kilómetros del pueblo.

            Allí montó en una caballería menor, sobre la cual recorrió varias de sus haciendas de campo, y a la caída de la tarde, hallándose contemplando la puesta del sol ante unos maizales, fue sorprendido violentamente por Rebeca y Moreno, los cuales, apuntándole con armas, le robaron cuanto llevaba, conduciéndole a un lugar muy distante, donde le exigieron 10.000 pesetas por el rescate.

            El farmacéutico ofreció quinientas, conformándose los bandidos con esa cantidad y haciendo escribir al señor Torres una carta a su hijo, regente de la farmacia, para que diera el dinero, que fue entregado por un criado del señor Torres al Rebeca.

            El acusador fiscal, don Salvador García Rodríguez de Aumente, teniente auditor del primera y fiscal de la región, calificó estos hechos de un delito de secuestro con propósito de robo y pidió para los dos procesados la pena de cadena perpetua.

            El capitán del regimiento de lanceros de Villaviciosa don José Vázquez, defensor de Rebeca, dijo que los procesados pidieron 10.000 pesetas al señor Torres, que éste les ofreció 500 y convino con ellos en que las entregaría si iban a su cortijo y simulaban un robo y sostuvo que no podía aplicarse a su defendido la ley de secuestro de 1877, y considerándolo autor de un hurto por valor de 500 pesetas, pidió que se le impusiera la pena de presidio correccional en su grado mínimo y las accesorias correspondientes.          

            El primer teniente de artillería don Antonio León Manjón, encargado de la defensa de Andrés Colomo (a) Moreno, convino con su compañero en que no hubo secuestro, sino un contrato entre el farmacéutico y los procesados.

            Atribuyó al Moreno la ejecución del delito de robo con una atenuante, y pidió que se impusiera a su defendido la pena de seis meses y un día de prisión correccional y accesorias.

            El presidente preguntó a los procesados si tenían algo que alegar, contestando ambos negativamente, y quedó reunido el tribunal para dictar sentencia, que no será conocida hasta que la apruebe el capitán general?. (Diario de Córdoba, 1909).

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