Algunos cronistas prieguenses simpatizantes de don Niceto y la República nos dejaron escrito y publicado el regusto por las jornadas de entusiasmo vividas. El primero de ellos lo hace en las páginas de la revista local ?Renovación?. Texto que hemos conseguido incompleto, cuyo autor desconocemos: ?FERIA DE PRIEGO.- En el continuo transcurso del tiempo, las naciones, las regiones, las grandes ciudades y los pueblos, han tenido, tienen, y tendrán, fechas memorables en su vida agitada o monótona, en que los corazones laten al unísono embargados de alegría.

            Transcurriendo están en Priego, días ansiados por todos, y que como todo lo bueno y bello, pasarán fugaces como un relámpago, dejando en nuestra pobre mente, la huella indeleble de la quimérica ilusión desvanecida. Feria, tú eres luz, distracción, amor que nace, en los hombres, paliativo, lujo, belleza, fragancia. (?)

            ¿Comienzo a relatar? ¡Comienzo!

            Magnánima la naturaleza, aparece el cielo más azul y despejado que nunca, como brindándonos para preludios de fiestas, un día primero de septiembre tan magnánimo como aquella.

            Comenzamos a vivir los días en que el murmullo es el tintineo constante que azota con agrado nuestros oídos, la música tocando una diana deleitadora nos hace abandonar los brazos de Morfeo, para asomarnos al balcón o a la puerta como lo han hecho ya las demás personas, en doble hilera, de casas que forman la calle.

            Como en días normales se desliza la mañana y parte de la tarde. A las seis de ésta, comienza a desfilar la cabalgata de gigantes y cabezudos acompañada de la Banda Municipal, recorriendo las principales calles de la Ciudad. La expectación crece por momentos. Con suma complacencia admiramos el magnífico alumbrado que engalana el núcleo central de la población.

            Hay rumores que quedan confirmados, de que S.E., el Presidente de la República se encuentra con su familia en la finca La Ginesa.

            Al estallar la traca anunciada hacen su entrada en Priego, infinidad de personajes elevados, entre los cuales se encuentran el Ministro de Obras Públicas don Indalecio Prieto, el general Queipo de Llano, don Rafael Sánchez Guerra, Secretario Presidencial, y los Gobernadores de Córdoba y Jaén (?)[1]?

El segundo, se publicó en ?La Voz?, igualmente a Feria pasada, está firmado por ?Millano?, sin lugar a dudas, pertenece a Enrique Millán, maestro, ferviente republicano que por estos años ejercía de corresponsal: ?FIN DE FIESTAS EN PRIEGO.- (De nuestro corresponsal señor Millano.) Ni los octogenarios han conocido en este pueblo sus tradicionales Ferias y Fiestas, con más suntuosidad, más animación y más delirante entusiasmo que las que hoy expiran. La causa no ha sido otra que agasajar a nuestro muy ilustre paisano S.E., el Presidente de la República, como merece, ya que ha dado tanto brillo a su pueblo natal. La calidad de las personalidades que hemos tenido la honra de albergar, bien merecían también proporcionarles unos días de imperecedero recuerdo. Ministro, Secretario General de la República, generales, jefes de todas las armas, gobernadores civiles, militares, etc, etc., nos ha cabido la honra de convivir unos días con tan respetables republicanos.

            Las autoridades de Priego, la Comisión de Fiestas, las familias que han albergado al séquito del señor Alcalá-Zamora y el pueblo en general, se han desvivido porque la permanencia en estos días feriados de mencionadas personalidades haya sido más grata posible.

            El atrayente programa de festejos que ya conocen los lectores de LA VOZ, se ha desarrollado en su totalidad de modo majestuoso.

            Miles y miles de forasteros de todas clases sociales, han acudido este año a este pueblecito que hoy día, gracias a las acertadas gestiones del Excmo. Ayuntamiento es una taza de plata, a poder admirar de cerca de nuestro digno paisano y estrechar la mano que supo firmar el indulto del primer condenado a muerte por la República.

            La naturaleza, como queriendo cooperar a dar grandiosidad a los actos realizados en honor del inmaculado patricio Alcalá-Zamora, presentóse engalanada, ofreciéndonos un sol radiante, un cielo azul purísimo y una temperatura mediterránea.

            Los acordes del Himno a Riego y la Marsellesa impregnan el ambiente de honrado republicanismo, que perfuma, hasta los más recónditos lugares de nuestros hogares.

            El hombre ilustre que tanto honor hace a su patria chica, a Córdoba y a España, y las dignísimas personas que le acompañan desde Madrid y capitales limítrofes se confunden con estas gentes, cual iguales. Comen, alternan en casinos y reuniones, cual paisanos y amigos de siempre. Nuestro don Niceto, habla con todos, potentados, humildes, cultos e ignorantes. Así es la República Española, demócrata como nuestro jefe de Estado.

            ¡Qué paradoja con la bien derrumbada monarquía! Cuando el nefasto Borbón visitaba alguna población española, nadie podía llegar a él; no podía saborear el aroma de la convivencia con el pueblo. Sólo a los aduladores que le acompañaban les era permitido conversar con el señor y eso a fuerza de genuflexiones ridículas. Bien se ve, que lo que nada vale, hay que rodearlo de vitualla y adornarlo de afeites, que al menor roce se descascara y nos presenta el lodo del santón.

            La República Española, encarnada en el más demócrata de sus gestores, el singular, repúblico Alcalá-Zamora, de valor real y positivo, cuenta con hombres de una valía incontrovertible, que desprecian los oropeles y perfumes de baratija. El pueblo español bien los conoce y ello es causa que nuestro amado régimen se consolide, ya que sus cimientos, el honrado y sano pueblo español supo descubrir a sus explotadores y embusteros directores, arrojándoles del podrido pedestal sobre que se elevaban.

            Admira conmigo, caro lector de LA VOZ a todo un Jefe de Estado estrechando la mano, como felicitación al director de la Banda de la República, al finalizar de dirigir una de las hermosas composiciones que hemos tenido ocasión de oír en este pueblo. Aquél que conversa con Sánchez Guerra es un honrado albañil; este grupo de pacíficos vecinos conversa con Indalecio Prieto. Detalles de Democracia hemos tenido ocasión de presenciar en Priego, por millares.

            ¿Cómo narrarte, lector de LA VOZ, la grandiosidad que ha revestido todos los actos de estas fiestas? ¿Cómo podré decirte el arrollador entusiasmo de estas gentes por su don Niceto? ¡¡Quién fuese maestro de literatura para presentarte en estas cuartillas a Priego cual se ha presentado en estos días!!

            A grandes rasgos te relataré que hasta el número más insignificante del programa ha rebasado los límites de lo corriente ya que lo corriente lo ha avalado la presencia de S.E., el Presidente y personalidades y los muchos miles de forasteros que han venido a Priego.

            La corrida de toros, un acierto; las iluminaciones fantásticas; la exposición de manufacturas locales, visitadísima, los conciertos de la Banda de la República nos han transportado al mundo de lo ideal, de lo desconocido, así como hemos aplaudido los de las bandas de música de Alcalá, Luque, Alcaudete y Priego. La caseta del Excmo. Ayuntamiento ha sido un pedazo del edén, habitado por hadas de hechiceros encantos. Estas nenas de Priego, de incomparable belleza, han dado realce inenarrable a estos bailes y confundidas con ellas, las bellísimas señoritas Alcalá-Zamora, Purita, María Teresa e Isabel, en las que la democracia corre por sus venas, realzando sus deidades. La ilustre dama doña Purificación Castillo, esposa de S.E., confundida con sus paisanas.

             ¡¡Oh, bendita democracia republicana!!

            La novillada seria y el espectáculo El Empastre, colosales, y como final la despedida al Jefe del Estado ha sido imponente.

            Priego venera, respeta y quiere a su don Niceto y bien lo ha exteriorizado estos días.

            LA VOZ de Córdoba, felicita al pueblo de Priego, que supo recibir, acoger y despedir a su ilustre paisano S.E., el Presidente de la República y acompañantes, cual esperábamos de su histórica hidalguía y acendrado cariño a ese hombre cumbre, de inmaculada historia, rebosante de cultura, dechado de honradez y de democracia singular.

            ¡Viva la República! ¡Viva S.E., el Presidente de la República! ¡Viva España! ¡Viva Priego republicano! 8 septiembre 1932[2]?.

1015 Veces visto - Versión para Imprimir