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12.038. PRIEGO DE CÓRDOBA, SUS HERMANDADES Y COFRADÍAS

 




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Historia de Priego de Andalucía - Toros republicanos

10. DESPUÉS DEL PRESIDENTE, EL MINISTRO DE AGRICULTURA

Las últimas corridas republicanas.



© Enrique Alcalá Ortiz

 

            Para celebrar la fiesta nacional del primero de mayo el año 1934 se prepara una novillada con cuatro reses de la ganadería de Francisco González, con carácter benéfico en la que actúan los aficionados locales Antonio López El Terrible José Galisteo El Niño el Pontiac, Custodio Moreno Golpetazos y Bartolomé Mena, de Carcabuey, con sus correspondientes cuadrillas, picadores en burro Sol de Zagrilla, actuando de sobresaliente El Químico y de puntillero Cayetanito.

            Actuaban de accionistas empresarios y garantizaban la ejecución del beneficio, el Alcalde Francisco Adame, Bernabé Jiménez, Pedro Morales, Ignacio Rovira, Manuel Serrano, Víctor Serrano, Luis Álvarez, Pedro Serrano Rosa y Francisco Montoro. Además trabajaban gratis, practicantes, médicos, veterinarios, taquilleros y demás personal de la plaza, pidiéndose a los componentes del protocolo que pagasen su entrada dado los precios populares. La sombra costaba 2 pesetas; para una pareja 3; el sol 1?50 pesetas, si iba hombre y mujer 2 pesetas.

            Después del clamoroso éxito del año anterior, en 1934, repiten de nuevo ?Niño de la Palma? y Félix Rodríguez II, acompañados de ?Chicuelo? quienes consiguen, para alegría de empresarios, ?un lleno rebosante? y después un gran triunfo. En esta ocasión para realce de las fiestas acudió el ministro de Agricultura que había venido a inaugurar los terrenos de la futura ?Estación Pecuaria Comarcal? y a la vez el Concurso de Ganaderías e Industrias Pecuarias: ?LA CORRIDA DE FERIA DE PRIEGO.- GRAN TRIUNFO DE ?NIÑO DE LA PALMA? Y FÉLIX RODRÍGUEZ II.-  Priego, 4 (1?15 m.) Esta tarde se ha celebrado con un lleno rebosante la corrida de Feria.

               La fiesta comenzó a las cuatro y media, lidiándose ganado de los herederos de Florentino Sotomayor por ?Chicuelo?, ?Niño de la Palma? y Félix Rodríguez II.

               Presencian la corrida en un palco soberbiamente adornado con trofeos tricolores el ministro de Agricultura, los directores generales de Ganadería, Montes y Reforma Agraria, Gobernador civil de la provincia, secretario de dicha autoridad, Delegado y Tesorero de Hacienda, los diputados a Cortes señores Rubio Chávarri y Fernández Castillejo, el ex gobernador civil y consejero de la Campsa, don José Serrano Ramos; coronel y capitán de la Guardia civil, el alcalde del Ayuntamiento de Priego, don Francisco Adame, el no menos ferviente republicano y gran amigo del ilustre jefe del Estado don Víctor Rubio ex gobernador civil de Jaén y el inspector del timbre don Luis Ruiz de Castañeda y otras distinguidas personalidades.

               Presidió la corrida el teniente alcalde don Manuel Serrano Chacón con el profesor veterinario don Enrique Bejarano y actuando de asesor don Pedro Morales gran demócrata, buen republicano y consecuente nicetista; el primer síndico don Antonio Velástegui y don Antonio de la Rosa, concejal, además del teniente de la Guardia civil de Priego don Francisco Prieto.

            El primer toro, retinto, mogón del izquierdo, pequeño, lo recoge ?Chicuelo? con unas verónicas buenas. Toma dos varas saliéndose.

               En su turno hay quite de ?Chicuelo?. Parean los de tanda sobresaliendo un par superior. Hay otro inmejorable de ?Guerrilla?.

               Brinda ?Chicuelo? al señor Ministro y empieza con un pase por alto superior. Sigue con otro de la misma marca. Otro de pecho. Un natural y otro de pecho. El diestro tiene que sufrir unas coladas peligrosas. Le toma asco y hace una faena aburrida. Termina de un pinchazo y un descabello al primer intento. (División de opiniones).              

            En el cuarto, negro, con muchos kilos, buen puesto de cuerna y lámina de toro bravo que borró luego con la lidia, ?Chicuelo? instrumenta una serie de verónicas terminando con media no viéndose ninguna chicuelina. Hay una vara con caída de un picador y ?Chicuelo? quita muy bien. Otra vara colosal oyendo aplausos los picadores, ?Chicuelo? hace una faena pesada y pincha numerosas veces oyendo avisos.

               En el segundo, negro, endrina, de buena lámina y muchas arrobas, el ?Niño de la Palma? da siete monumentales verónicas oyendo aplausos. Se vuelve a aplaudir al de Ronda en un quite y ?Chicuelo? salva de un peligro seguro a un picador. Manolo en su turno es muy aplaudido. ?Niño de la Palma? vuelve a ser aplaudido en un quite por revoleras afaroladas. Coge los palos y coloca un par inmenso al cuarteo. Otro de poder a poder buenísimo. Brinda al presidente y después de saludar respetuosamente al señor Ministro da un pase ayudado, otro natural con la izquierda ligado con el de pecho, un molinete superior. Sigue toreando y entrando bien deja media estocada en las mismas agujas entrando como mandan los cánones y termina de media que hace polvo al bicho. (Orejas, rabo y aplausos delirantes).

               En el quinto, negro listón, de mucho peso y que sale con mucho gas, el de Ronda, lo lancea bien. Una vara saliendo por el aire el picador y despenando a un caballo.

            Otra vara del que sale suelto el bicho. Otra mejor recargando la suerte demasiado. Cayetano coge los palos y después de una bonita preparación coloca medio que se aplaude. Coge otra vez las banderillas y coloca el par que no había clavado. Sigue con otro de poder a poder superior. Brinda desde el centro de la plaza al público e inicia la faena con un pase de pecho, uno por alto, otro de pecho, un natural ligado con el de pecho y otro de pitón a pitón. Agarra media en las agujas. Sigue la faena muy inteligente y acaba con el bicho de una estocada colosal. (Las dos orejas, el rabo y delirante ovación).

               En el tercero, negro bragao, recogido de pitones. Félix Rodríguez lo torea con valentía. Hay un quite colosal de ?Chicuelo?. El  toro toma dos varas más saliendo suelto. Félix Rodríguez hace una faena instrumentando pases de todas las marcas con inteligencia y valor.

               El muchacho demuestra que quiere agradar al público de Priego.

               Receta media estocada un poco ladeada y descabella al segundo intento. (Aplausos).

               En el que cerró plaza, cárdeno, con muchos kilos y lámina de toro bravo. Félix instrumenta siete verónicas colosales rematando con media superior. Hay una vara en falso. Félix en un quite está colosal. Una vara mala. Otro quite bueno de Félix. ?El Niño de la Palma? y ?Chicuelo? también se lucen en su turno. Félix coge los palos y tras una artística y bonita preparación coloca un par superior. Sufre una distensión de los ligamentos y por unos momentos se suspende la lidia que se reanuda cogiendo el diestro los trastos de matar y brindando desde el centro de la plaza. Inicia la faena con un pase de pecho colosal. Sigue con otro de pitón a pitón. Continúa muleteando con inteligencia y adornado a pesar de las malas condiciones de bicho. Entrando como los buenos señala un gran pinchazo y luego agarra media de la que acuesta el toro.

            (Gran ovación, orejas, rabo, salida en hombros hasta el hotel).

            Ante los insistentes aplausos de la multitud tiene que salir el diestro al balcón para saludar.

            Millán. (Corresponsal)[1]?.

            Manteniendo los seis días de feria, en 1935 se siguen dando los dos espectáculos correspondientes al día 3 y al 5. ?El Defensor del Córdoba? nos hace un escueto resumen de la corrida de este año: ?TOROS EN PRIEGO.- Se ha lidiado ayer ganado de López Plata.

            ?Cagancho?, al que le ha correspondido un lote manso, escuchó repetidas ovaciones toreando.

               Las faenas de muleta han sido breves y mató pronto, haciéndose aplaudir.

            ?Carnicerito de Méjico?, valentísimo en todo. Puso a cada uno de sus enemigos cuatro pares de banderillas inmensos, escuchando ovaciones clamorosas.

               Con la muleta hizo dos buenas faenas y cortó la oreja.

              Ballesteros, artista con el capote, fue ovacionadísimo.

               Al primero le hizo una gran faena de muleta y lo despachó de una gran estocada, concediéndole las orejas de su enemigo. En el último derrochó valentía y fue ovacionado[2]?.

            El año taurino de 1936 empezó con la misma tónica de los años anteriores del régimen republicano. El día del Corpus se programó una novillada de la que resultó lo siguiente: ?LA NOVILLADA DE PRIEGO.- TRIUNFO DEL ?NIÑO DE LA BÉTICA?.- Priego 11 (6 t.).- Esta tarde con buena entrada se ha celebrado la novillada anunciada, lidiándose novillos de García Pedrajas, que resultaron buenos.

            ?Niño de la Bética? tuvo una actuación muy lucida en su primero tanto con la capa como con la muleta. Despachó al novillo de una buena estocada. (Ovación y vuelta al ruedo).

            En su segundo veroniqueó con lucimiento siendo muy ovacionado. Colocó tres pares de banderillas superiores entre los aplausos del público. Muleteó por naturales y de pecho, siendo amenizada la faena con la música. Mató de una gran estocada. (Ovación, las dos orejas y el rabo).

               ?Contreras? superior en sus dos novillos siendo muy ovacionado y pidiéndosele la oreja.

            Al final de la corrida fue sacado a hombros el ?Niño de la Bética?, y llevado así hasta la fonda[3]?. Y si esta fue la última noticia del diario ?La Voz?, igualmente ?El Defensor del Córdoba?, se despide con el siguiente telegrama: ?TOROS EN PRIEGO.- Un corresponsal espontáneo nos envía el siguiente telegrama: ?Pedrajas, bravísimo. ?Niño de la Bética?, valientísimo toreando, banderilleando y matando, oreja. Antonio Contreras, colosal con el capote, valentísimo con la muleta y faenas artísticas, pares de marca superior, oreja, sacado a hombros. Juanito[4]?.

            Por las circunstancias históricas de todos conocidas a la República le salieron otros competidores políticos. En este año, los días de feria, se darían otra clase de ?corridas? y ?paseos?, precisamente ?paseos? no taurinos, donde los útiles de matar eran armas de fuego y los ruedos los anchos campos de nuestra tierra transformados en trincheras y tumbas.



[1] LA VOZ, número 5299, 19 de agosto de 1934, número 5322, de 1 de septiembre de 1934 y Millán, ?La Voz?, número 5325, del 4 de septiembre de 1934.

[2] EL DEFENSOR DE CÓRDOBA, número 11958, del 4 de septiembre de 1935 y  ?La Voz?, número 6201, del 30 de agostos de 1935.

[3] LA VOZ: Número 6401, del 12 de junio de 1936.

[4] JUANITO: ?El Defensor de Córdoba?, número 12192, 12 de junio de 1936.





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