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06. CANTO A LA INMACULADA DE CARLOS VALVERDE LÓPEZ
Varias e inspiradas composiciones dedicadas a la Inmaculada.
© Enrique Alcalá Ortiz
Cuando el palio de los cielos ni flotaba, ni existía,
Cuando no había sol y luna, cuando no había noche y día,
Cuando no existían los astros, cuando no existía la luz,
Cuando el mundo no era mundo, sino abismo tan profundo
Donde nadie imaginara que surgir pudiera un mundo,
Cuando todo estaba envuelto de la sombra en el capuz;
Cuando no existían los ángeles, ni los bienaventurados,
Cuando no existía el infierno, ni los tristes condenados,
Mil millones de años antes de que fuera la Creación,
Y aun más lejos de los tiempos, desde siempre, ab infinito,
¡En la mente soberana del Eterno estaba escrito
El altísimo misterio de tu Pura Concepción!
Dios te vio desde el principio, Dios te vio, porque en su mente
Cabe todo lo pasado, lo futuro y lo presente...
Dios te vio, y al elegirte para templo maternal,
Sobre Ti vertió sus gracias, sobre Ti vertió sus dones,
Te colmó con sus carismas, te llenó de perfecciones
Y que fueras libre, quiso, de pecado original.
Toda pura, toda limpia, toda pulcra, ¡Inmaculada!
Así fuiste y así eres en los cielos proclamada
¡Por los ángeles que giran del Altísimo en redor,
Por los fúlgidos arcángeles, por los bellos serafines,
Por las fuertes potestades, por los blancos querubines,
Por los nueve coros místicos que le cantan al Señor!
Y los santos Patriarcas, y los ínclitos Profetas,
Y los graves Confesores, y los rígidos Ascetas,
Y las Vírgenes castísimas y la Corte celestial,
Te proclaman y te aclaman repitiéndote que eres
La Mujer más escogida de entre todas las mujeres
Porque fuiste concebida sin pecado original.
Y lo mismo que los ángeles, y lo mismo que los santos,
Pura y limpia te pregonan en el cielo con sus cantos,
Un Pontífice Romano, que Pío Nono se llamó,
Levantó su voz y dijo: -?Definimos y afirmamos
Y a la faz del mundo entero como Dogma declaramos
Que es María, INMACULADA, porque nada la manchó!...?
Y la Iglesia, nuestra Madre, cuando oyó la voz sagrada
Del Pontífice de Cristo dijo luego: ¡Inmaculada!
Y los fieles en concierto clamoroso, universal,
Como tal te confesaron, como tal te bendijeron,
Y los pueblos exclamaron y los montes repitieron
La palabra ¡Inmaculada! Como un eco colosal.
Y los ecos de los montes recogidos a millares
Por las auras de los campos y las brisas de los mares
A lejanos continentes la llevaron por doquier,
Y las gentes más remotas que tan dulce voz oyeron
Reverentes la escucharon, fervorosas la acogieron
Y a su vez la repitieron con vivísimo placer.
Todo canta ?Inmaculada?, todo ensalza tu hermosura;
No los bienaventurados, no la mísera criatura
Son los únicos que rinden homenajes hacia Ti;
Esa luna que del fondo de los mares se levanta
Va buscando por el éter que la pises con tu planta
Como el cielo te cobija con su manto azul turquí.
Y los libres arroyuelos que entre césped y entre flores
Mansamente se deslizan con suavísimos rumores,
Y los dulces ruiseñores con su rítmica canción,
Y el murmullo de las hojas agitándose sumisas
Al empuje de los vientos o al halago de las brisas
Son el himno sacrosanto que te eleva la Creación.
Pero en medio del concierto de las almas y los mundos
Hay un pueblo cuyos ecos, por lo vivos y rotundos,
Sobresalen de los otros y te rinde más honor:
Ese pueblo es hijo tuyo, y ese pueblo, gran Señora,
Es España que te quiere, y es España que te adora,
¡Y es España que su sangre diera en aras de tu amor!
Es España que tu Nombre paseó por todas partes:
Lo llevó en sus corazones, lo grabó en sus estandartes,
Lo fijó en las carabelas que lanzó Colón al mar,
Y burlando al enemigo y afrontando hasta la muerte,
Bajo el lema ?Ave María? lo clavó con golpe fuerte
En los muros de Granada por la mano de Pulgar.
Es España, cuna excelsa de brillantes trovadores
Que con lindos madrigales coronáronte de flores,
Es España, rica fuente de genial inspiración
Donde el gran Murillo, artista de los místicos anhelos
Que en transporte soberano sorprendiérate en los cielos
Nos dejó la hermosa imagen de tu Pura Concepción.
Pura, bella, santa imagen, que magnifica campea
En las vastas catedrales y en la ermita de la aldea,
En la casa de los Reyes y en la choza del pastor;
Pura, bella, santa imagen, que aparece entre las nubes
Con los pies sobre la luna, rodeada de querubes,
Y a la cual así clamamos con el más profundo amor:
Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida
Y dulzura; Dios te salve, sin pecado concebida:
Por Aquel divino fruto de tu seno virginal,
¡Vuelve a nos tus dulces ojos y haz dulcísima Señora
Que en la tierra te adoremos, y al llegar la última hora
Por los siglos de los siglos en la Patria celestial!
A LA INMACULADA
Rompa en himno universal
la creación enardecida
?María fue concebida
sin pecado original.?
Desde el instante primero
de su concepción gloriosa
fue más pura que la rosa
y más limpia que el lucero
y por eso el mundo entero
canta al proclamarla tal
?María fue concebida
sin pecado original.?
Ab eterno destinada
para Madre de Dios vivo
tuvo por este motivo
que ser siempre inmaculada
y al ser así declarada
dijo Pío Nono, inmortal
?María fue concebida
sin pecado original.?
Rindiendo culto profundo
a la Virgen sin mancilla
llevó triunfante Castilla
sus armas por todo el mundo
su lema santo y fecundo
fue este canto celestial
?María fue concebida
sin pecado original.?
Pura y limpia la pregonan
en las zonas tropicales
pura y limpia en las glaciales
que eternas nieves coronan
y cielos y tierra entonan
este coro general
?María fue concebida
sin pecado original.?
INMACULADA
¡Inmaculada! Excelso distintivo
que entre todos los seres
tan sólo puede atribuirse a Ella;
la escogida, la cándida, la bella,
la bendita entre todas las mujeres,
la que sobre los ángeles descuella;
más santa que los bienaventurados,
más fuerte que las mismas Potestades,
la que amansa las fieras tempestades,
la que invocan doquier los desgraciados,
la que aclaman los pueblos y naciones,
la que llena de amor los corazones,
la Virgen de los vírgenes, llamada
en el cielo, tierra y mar ¡Inmaculada!
Y porque tal honor logre suprema
y universal sanción y cause estado
como dogma de Fe ?bajo anatema
para aquel por quien fuera rechazado-
el inmortal Pontífice Pío Nono
de esta manera dictó en su trono:
?En nombre de Dios (y alzó la diestra
señalando a los cielos) con la santa
autoridad de Pedro y Pablo, tanta
cuan fuere menester, y con la Nuestra,
declaramos, decimos, afirmamos,
y a la faz de dos mundos proclamamos:
como verdad que ha sido revelada
que María, la Bienaventurada
Madre del Redentor, fue concebida
sin mancha original, y es definida
por la Iglesia y por Nos Inmaculada.?
¡Salve, Reina y Señora,
que en los cielos magníficos descuellas
más pura que la aurora,
más clara que la luna y las estrellas
y más bella también que todas ellas!...
Nosotros proclamamos
tu concepción sin mácula y te amamos
con el amor aquel que sólo piensa
en el sujeto amado, y sólo siente
la honda tristeza del vivir ausente,
si nuestro amor merece recompensa.
¡Oh Virgen soberana!
¡Concédemos tu gracia y tus favores
para que en un espléndido mañana
aquí se quede la materia vana
y el alma vuele a Ti plena de amores!
¿Cuándo será, cuándo será que entremos
en la eternal Sión?... Abre sus puertas,
porque el volar a Ti las encontraremos
de par en par, para adorarte, abiertas!
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