Del asfalto de la calle Río
la rueda de un coche a un niño cogió,
y su madre triste y afligida
el Escapulario del Carmen le echó.
Poned atención:
que la madre queda llorando,
y el niño, en la Gloria gozando de Dios.
***
Dios os guarde, caros misioneros,
que errantes ovejas venís a buscar.
La Pastora divina de Priego
está en vuestra puerta, y gracias os da.
Porque vuestro Imán,
por doquiera que vais, su palabra
llena de unción santa grandes frutos da.
***
El demonio como es tan maldito,
agarró una piedra y quebró un farol;
y salieron los padres franciscos,
le corretearon hasta el Callejón.
Y no hay mejor don,
que tener por amparo a María,
rezando el rosario con gran devoción.
***
Si la Aurora se viniese a Priego,
a un rico palacio se vendría a vivir;
a una casa en que dando las doce,
las puertas del Cielo se quieren abrir.
Hermanos, venid,
a rezarle el Rosario a la Aurora,
si el Reino del Cielo queréis conseguir.