11.45. CUANDO EL AYUNTAMIENTO DEFENDÍA ANTE EL OBISPADO EL PATRIMONIO PÚBLICO
Para vivirte de día,
para soñarte de noche
con ello se cierra el broche
de esta felicidad mía.
Huya la melancolía
donde tenga ocupación
y regale su razón
donde resida la ausencia.
Yo vivo en la complacencia
de bañarme con tu unción.
1167 Veces visto - Versión para Imprimir
Libro deVisitas