09.03. IGLESIAS DE PRIEGO. (2008)
El tambor de mi deseo
me tenía alborotado.
Con su toque redoblado
me nacía un hormigueo,
síntomas del galanteo
que me hace enloquecer.
Volví su cuerda a tañer
para sentirme contento.
Se removió el sedimento
de tus ganas de mujer.
1166 Veces visto - Versión para Imprimir
Libro deVisitas