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MEMORIAS DESORDENADAS - Diario 2000

LA CORAL ALONSO CANO CANTA COPLAS DE RINCOROS

El día que la Coral Alonso Cano de Priego dio un concierto compuesto de coplas del Cancionero Popular de Priego.



 

© Enrique Alcalá Ortiz

 

 

               

Este día de Andalucía se me quedará grabado creo que para siempre jamás en el sitio privilegiado donde la memoria guarda con alegría los recuerdos de aquellos hechos agradables y placenteros. Y todo ello con sucesos relacionados con la música.

 

A principios del año pasado me llamó desde Córdoba Luis Bedmar Encinas, ex director de la Banda de Música de aquella ciudad, compositor, y adaptador de muchas melodías a música coral. Me decía que estaba llevando a cabo un proyecto consistente en adaptar a música coral canciones populares de la provincia, que se había enterado de mi labor con folclorista y que por favor le mandase los tomos de mi ?Cancionero? para escoger las que viera más apropiadas y que después me los devolvería. A los pocos días, me llama de nuevo y por teléfono me pone (desde su ordenador) una de mis canciones recopiladas ya musicadas. Traslucía un entusiasmo encendido, no parando de ponderar mi exhaustivo trabajo de recopilación. Tanto mi mujer como yo nos quedamos gratamente entusiasmados con el trabajo que estaba haciendo sobre las coplas de Priego. Por el otoño me llamó de nuevo y me tuvo media hora colgado al teléfono. En esta ocasión me hizo oír diecisiete canciones cuya adaptación para música coral había terminado. Me pidió permiso para venir y traérmelas personalmente a mi casa. Como así hizo. Sin pensárselo dos veces, cogió el coche y se puso en Priego. Seguía entusiasmado. En mi equipo de música oímos varias veces el CD, mientras tatareaba la música que se sabía de memoria, peguntándome si eran de mi gusto.  Yo asentí con la vista alucinado. Incluso a una visita que llegó se las hizo oír para ver si la recordaban. Me devolvió los cinco tomos que le presté y me regaló el CD con las partituras. Quedamos como amigos. Yo gratamente impresionado por la llaneza de un hombre de tanta categoría intelectual iluminado notoriamente con estas partituras.

 

Después de este encuentro, tuve ocasión de compartir con él unas jornadas que la Real Academia de Córdoba celebró en Baena (Córdoba) el mes de noviembre pasado donde se presentaron interesantes comunicaciones sobre aquella localidad. La suya, brillante y muy documentada, versó sobre la música del ?Cancionero de Baena?. Por mi parte, presenté una titulada ?Francisco Tejero Stéger. De Baena a La Habana y de La Habana a Priego? ilustrada con numerosas diapositivas. Esta comunicación es sólo un resumen de mi grueso libro ?Francisco Tejero. Madera de hombre? que nunca publicaré (no por mi gusto ya que deseo publicar todo lo que tengo) por las circunstancias que explicaré en otra ocasión. La conferencia me la pidieron los medios de comunicación de Baena y la publicaron íntegra en su periódico llamado ?Cancionero?. Cumplieron la palabra dada de mandarme un ejemplar que conservo en mi archivo. Así  como las fotos para ilustrar el trabajo. Libro aquel que también es matriz de otro más pequeño titulado ?Francisco Tejero Stéger 1910-1998? y que en septiembre pasado entregué para su posible financiación y edición a Tomás Delgado, Alcalde de la Ciudad. Y que por lo visto tampoco se publicará por las causas y circunstancias que explicaré en otra ocasión. (Esto ya lo he dicho, pero no me importa.)

 

Pero dejemos estas disquisiciones que son cuento que no viene a cuento,  y vayamos al asunto de este apartado. Con mi reproductor saqué copia del CD y en una librería fotocopias de las partituras. Ambas se las entregué a Antonio Ortiz Mesa, presidente de la Coral Alonso Cano y una de las voces más dotadas del grupo. Fue mal momento porque estaban en fase de renovación de la Directiva. Ya nombrado Gabriel Tarrías Ordóñez como nuevo presidente, en uno de los numerosos actos, copas y bodas a los que asistimos, le hablé del proyecto para que la Coral preparase estas canciones. No cayó en saco roto mi propuesta y escasamente en un mes de ensayo, a dos días por semana, trabajando lo suyo consiguieron tenerlo preparado para el día de Andalucía en un concierto que dieron con la ?Banda de la Escuela Municipal de Música?.

 

         Para el concierto, el Presidente de la Coral invitó a Luis Bedmar, y a petición del primero acompañé al segundo durante su estancia con nosotros. Finalmente, la Coral nos deleitó con ?Los amores de Pepe?, ?Y al tin titirím?, ?La hija del Alcalde?, ?Huy, sálero?, ?Vengo de bajar?, ?Garabín, garabán?, ?Con el chibiribirí?, ?Aunque vayas y vengas?, ?La nieve por tu cara?, ?Ay, qué se niega?, ?Si vienes al baile?, ?La chata Meringoles? y ?Campanilleros de Priego?. Fueron muy aplaudidos durante sus intervenciones. Mientras yo en el asiento temblaba de emoción. Conseguía ver en bocas de otros, lo que hace años otras bocas me habían cantado.

 

         Como no hay movimiento sin olas, ni acto sin anécdota, en esta ocasión también ocurrieron, no una sino dos. En una de las canciones se canta la copleta:

 

                            Al cura de l?Alminilla

                            Se le ha roto la sotana,     

                            Me ha dicho que se la arregle

                            Pero no me da la gana.

 

Cuando empezaron a entonarla, Pedro Crespo, el párroco de la Asunción que estaba unos asientos alejados del mío me miró con ojos de inquisición, mientras sus ojos sonreían y sus manos se entrelazaban. Presto le contesté a sus palabras no pronunciadas: ?Se refiere a un cura de principios de siglo. Ahora los curas no lleváis sotana?. Con ello quedó salvado el episodio.

 

La otra anécdota me la contaron. De las diecisiete canciones sólo cantaron trece. Pero podían haber cantado catorce ya que las tenían preparada. En el último ensayo se dejaron atrás, previa censura, la titulada ?Ay Pepe mío?. La causa. Al principio se canta muchas veces PEPE, PEPE, PEPE, que son precisamente las siglas del Partido Popular, ahora en el gobierno de la nación, que no en Andalucía. Como estamos en campaña electoral (las elecciones nacionales y autonómicas serán el día 12 de marzo), estimaron que eran muchos ?pepes? para recitar lo que podría interpretarse como propaganda electoral gratuita. Así que cortaron por lo sano. En esta caso por la corchea.

 

Cuando Luis Bedmar se enteró del caso dijo que lo escribiría en sus anales, sin parar de sonreír.

         Al término del concierto, el director de la Coral, José Antonio Varo, nos llamó a escenario a Luis Bedmar y a mí. Me sorprendió muchísimo porque no lo esperaba. Mi acompañante, con voz que sonó en mis oídos a música de ángeles volvió a ponderar la magnitud de mi recopilación folclórica. Cuando tomé la palabra, ya serenado, y me dirigí al público asistente, agradecí a las donantes de coplas María Pérez Fuentes y a Gloria Jurado Serrano su grandiosa aportación y al joven músico prieguense José Ramón Córdoba la trascripción musical de más de cien canciones. Terminé mi corta alocución diciendo en plan de predicador con la misma frase que empecé: ?Hoy se ha cumplido uno de mis objetivos más queridos: Devolver al pueblo las coplas que el pueblo me entregó.? Me aplaudieron mucho y recibí numerosas y cordiales felicitaciones que venían a sumarse a las palabras que Gabriel Tarrías Ordóñez puso en el programa de mano: ?(...) Con nuestra interpretación, queremos reconocer el meritorio trabajo de estas dos personas, que la Coral Alonso Cano y, en general, el pueblo de Priego de Córdoba siempre agradecerá.?

 

         Unas horas más tarde había de tener otra agradable sorpresa. Vendría de nuevo de manos de la Coral. Esta vez del Presidente. Después del concierto, ya en vaqueros y con las gorras (made in China) marchamos la Coral e invitados a la finca que el matrimonio formado por Antonio Navas y Mari Aranda tienen en Azores, justo al lado de la carretera. Allí el día de antes habíamos estado preparando las mesas y viandas que en esta ocasión pagaba, Pedro Crespo, párroco de la Asunción en reconocimiento a los favores recibidos por la Coral y por su aniversario de sacerdocio. Cuando ya se despedía Luis Bedmar, llamó Gabriel Tarrías a todos los presentes y poniéndonos a su vera, -a Luis y a mí- sacó unos regalos, y previas palabras de agradecimiento, nos hizo entrega de unos cuadros de la Fuente del Rey, donde se ve ésta antes de la inapropiada remodelación de hace unos años. En la chapa dorada del regalo dice así: ?A Don Enrique Alcalá Ortiz por su colaboración con la Coral Alonso Cano. Priego 28-2-2000.?  No recuerdo bien mis palabras de agradecimiento, pero un amigo, dijo: ?Enrique, hoy estás inspirado?. Y eso que no soy orador. Porque de las cualidades de don Niceto, sólo tengo el apellido y no es de su rama. Así que...





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