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Historia de Priego de Andalucía - Noticias de otros tiempos

08. SANIDAD

Epidemias de viruela y situación del hospital

 



©Enrique Alcalá Ortiz 

N

OMBRAMIENTO.- Profesor médico que ha sido nombrado para ejercer en Priego: D. Augusto Estrada. (1858). 

MÉDICOS FORENSES.- Ha sido nombrado médico-forense en Priego Juan León e Iquino. (1862). 

SALUD PÚBLICA.- El estado de la de Priego, en esta provincia, parece deja bastante que desear, pues la enfermedad variolosa sigue desarrollándose de manera un tanto grave, causando bastantes víctimas entre la infancia. Las autoridades de aquella población y el señor Gobernador de la provincia han adoptado las medidas conducentes a evitar la propagación del contagio. (1890). 

VIRUELA.- Octubre 27.- "Quisiera haberle dado cuenta antes del estado sanitario de esta población; pero un fuerte catarro me ha impedido dedicarme, como quisiera, a trabajo alguno; más hoy que me encuentro algo restablecido, le comunico los detalles más importantes que amplíen mi carta anterior, en la que le manifestaba el carácter alarmante que había tomado en esta ciudad la enfermedad variolosa. Los casos de viruela son ya tan pocos, por fortuna, que parece haber llegado el término del mal que ha alarmado a este vecindario en los pasados días. Así es que, si ocurre alguna invasión, el carácter es benigno y la curación rápida.

         Este en lo que a la viruela se refiere, puesto que la situación no mejora en las anginas, que lo mismo atacan a los párvulos que a los adultos. Cuéntase también casos de difteria entre los primeros, por más que no cause alarma en el vecindario por no ser hasta ahora funesto el desenlace de la enfermedad. Creo muy justo consignar que al celo de la Junta Local de Sanidad y del incansable Alcalde, que era dictando disposiciones para que se fumigaran todas las casas en que ocurriera alguna defunción o había muchas invasiones, ya visitando aquellas para cuidar de que las ropas fuesen fumigadas y enterradas oportunamente, y otras análogas medidas, se ha conseguido extirpar en gran parte la dolencia y mejorar las condiciones higiénicas en todos aquellos lugares que se consideraban como focos de infección. La autoridad local ha ordenado la clausura del cementerio en los próximos días en que se  celebra la conmemoración de los difuntos, medida previsora que desde luego ha sido bien recibida por el vecindario." Corresponsal. (1890). 

MEDIDAS SANITARIAS.- La Alcaldía de Priego ha dispuesto, de acuerdo con el informe emitido por la Junta Local de Sanidad, que se proceda al cierre de las escuelas públicas de la aldea de Castil de Campos, en vista de haberse presentado en ella la epidemia variolosa. (1895). 

HOSPITAL. ECOS DE PRIEGO.- (DE NUESTRO CORRESPONSAL)- Julio 21. Tristísima es la situación porque atraviesa este Hospital civil, hasta el extremo que, de confirmarse los rumores que vienen circulando, nada de extraño tendría que aquel benéfico establecimiento, donde el infortunio y la desgracia encuentran asilo y cuidado especial, se cerrase por falta de recursos para su sostenimiento. ((1898).

         Fundado hace más de dos siglos con capital crecido, para que nada faltase a los vecinos pobres de solemnidad, e incautándose el gobierno de sus bienes, emitiendo láminas intransferibles, cuyos intereses pagaba con regularidad por trimestres, nada hacía temer que se llegase a lo que está tan a punto de suceder, de no remediarlo la Providencia y las autoridades superiores.

         Los altos centros eluden todo pago, y a pesar de los protestos nada hacen por remediar esta situación, ni por atender obligaciones tan sagradas e ineludibles como de la que se trata.

         Por otra parte, el Ayuntamiento hizo un contrato con las madres Mercenarias, por el que se obligaba, a cambio de la asistencia de los enfermos y demás que establece aquella regla, a abonar a las madres referidas la suma de 250 pesetas mensuales. Con esta cantidad, y la que el establecimiento por conducto del señor Alcalde percibía de los intereses de las láminas, marchaba la administración del Hospital a la cabeza de los de su clase, por el orden, asistencia y esmero que en él se observaba. El Ayuntamiento tampoco puede cumplir lo pactado, por ser único ingreso el repartimiento de consumos, y éste no estar el cobro aún siendo el del ejercicio pasado, pues tantas veces como se ha remitido a la superioridad, otras tantas ha sido devuelto para subsanar faltas en él, viviendo aquel benéfico establecimiento de las limosnas de los vecinos y del esfuerzo y desvelo de sus encargados; y como ni unos ni otras son bastantes a conjurar el  mal, hay el temor de que se llegue al extremo de cerrarse.

         Cumplo con este deber de caridad, llamando la atención de quien corresponda y quiera evitarlo. 

EL HOSPITAL DE PRIEGO.- Ayer se presentó en esta redacción un antiguo amigo nuestro, alcalde que ha sido de la ciudad de Priego, interesándonos la rectificación de algunos de los conceptos emitidos en la carta que nuestro corresponsal remitió al DIARIO (...) y publicada el 23. Como ignoramos los fundamentos que tuviera el señor Castilla para expresarse en aquellos términos, no podemos aceptar la rectificación solicitada hasta que nuevos informes de nuestro corresponsal rectifiquen o ratifiquen los conceptos emitidos en su referida carta. (1898). 

SACRIFICIO DE RESES.- Merecen unánime aplauso las acertadas medidas adoptadas por este Alcalde, referentes al sacrificio de reses en el matadero.

         Merced a ellas, el público está ya tranquilo, por la garantía que tiene, basada en la seguridad de que el abastecimiento de carnes se hace hoy con reses saludables.

         Por debilidad o condescendencia con los abastecedores, ha estado este pueblo expuesto a una epidemia, por el mal estado de las carnes que consumía.

         Sabemos que las enérgicas disposiciones del señor Bufill respecto a calidad y peso de las carnes, serán extendidos a los demás artículos de consumo.

         25 febrero 914. Eduardo Jiménez. (1914).





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