ECOS DE LA PROVINCIA.- (De nuestro corresponsal).- 3  de febrero.- El último día de enero y  el primero de este mes ha llovido por aquí, aunque no mucho, siendo el frío más intenso en estos últimos días.                                                                               

          Por voluntad de su dueño D. Eloy Fernández Mariscal, se venden en subasta privada, que se verificará en la notaría de D. Ramón J. Linares, una casa y dos olivares.      

         Los precios en el mercado siguen lo mismo que decía en mi carta anterior. (1900). 

ECOS DE LA PROVINCIA.- (De nuestro corresponsal). PRIEGO.- 10 febrero.- Desde que empezó el presente mes no ha dejado de llover aquí, por lo que estamos de enhorabuena. Nada más halagüeño para los pueblos agrícolas que ver el cielo encapotado con espesas nubes si estas riegan los campos en abundancia.

         Cuando empieza a ser notada la sequía, todos los ojos se alzan al horizonte con cierta ansiedad y hasta el azul purísimo del cielo lo hallan triste y los claros rayos del sol apocan el ánimo de los que, confiados en la pródiga mano de la Providencia, tiraron el grano a los campos, llenos de esperanza, buscando el ciento por uno.

         Pero en cambio, tanto como alegra la lluvia a los labradores cuando sus árboles y plantas la necesitan, tanto o más entristece a las muchachas que, ansiosas de disfrutar las horas del paseo, ven muertas las ilusiones que alimentaron porque el agua y lo que ellas llaman el mal tiempo les impide realizar sus entrevistas y distracciones.

         ¡Qué se ha de hacer...! De conveniencia general es que sufran ellas un poquito.

         A una ?muy guapa por cierto y por cierto también que no tendría más de diecisiete primaveras- le oí decir hace dos días, de muy mal humor, que no debía llover en diez años...

         ¡Dios quiera no hacer caso de este ángel enfurecido.

         ONTIVEROS. (1900). 

TORMENTA. ECOS DE LA PROVINCIA. (De nuestro corresponsal). PRIEGO.- 1º JUNIO.- Hoy ha descargado por esta población una fuerte tormenta, que aunque duró muy poco minutos, produjo mucho daño en los cristales de balcones y ventanas y en los árboles de los paseos y de las huertas inmediatas.

         La mayor parte de los granizos eran del tamaño de un huevo de paloma, y algunos mayores.

         La dirección era de oeste a este, y como decimos, duró por fortuna muy pocos minutos.

         ONTIVEROS. (1900) 

DESCARGA ELÉCTRICA.- Durante una terrible tormenta una chispa eléctrica cayó en el caserío del Pozo del Rey; destruyendo parte del tejado de la casa y causando lesiones de consideración a una niña de siete años que en unión de su familia se hallaba en la cocina. Al caer la exhalación, todos fueron derribados a tierra, sufriendo síntomas de asfixia. (1921). 

HORROROSA TORMENTA EN EL ESPARRAGAL.- De la aldea del Esparragal, del campo de Priego, comunican que ha descargado allí una horrorosa tormenta, causando grandes daños.

         Hubo lluvia fortísima y granizo. El término quedó asolado. Se formaron tres grandes balsas, extramuros de la población, en un vallecillo que hay al pie de la sierra llamada del Esparragal.

         Las aguas se corrieron al pueblo, inundando muchas de sus casas. En algunas el agua alcanzó la altura de metro y medio.

         Procedióse a los trabajos de desagüe y salvamento por la Guardia civil del puesto y numerosos vecinos.

         Al cabo de cuatro horas de trabajo incesante se logró desalojar las casas. Diose salida a la corriente. Las calles parecían ríos.

         Se salvaron dos niños que se hallaban dentro de a casa llamada Casino Viejo. Uno de los pequeños tiene nueve años y el otro cuatro. El agua estaba a punto de cubrir al pequeño y llegaba a medio cuerpo del mayor. Los angelitos lloraban angustiosamente. Un guardia civil los sacó en brazos.

         También fueron salvadas numerosas caballerías y aves del corral. Desgracias personales no hubo que lamentar. Las pérdidas son importantísimas. Las cosechas de cereales y aceitunas completamente perdidas.

         Además, José Arjona Pérez perdió cincuenta pavos y tres cabras: Juan Antonio Rodríguez Baena, una burra; José María López, un burro; Ignacio Serrano Cobos, dos vacas, cinco cabras y diez gallinas: José Aguilera Ortiz, doce gallinas.

         Además, la carretera de Priego a la estación ferroviaria de Luque quedó cortada por varios sitios. El nacimiento del Aljama quedó cejado con lima y piedras,  la Central Eléctrica del Aljama con las turbinas cegadas.

         La consternación es tremenda, por los grandes destrozos causados por la tormenta, especialmente por las pérdidas de las cosechas, que han sumido en la mayor desolación a los labriegos.

         Las cosechas de las huertas también se hallan perdidas casi completamente.

         Se distinguieron en los trabajos de salvamento, además de cabo de la Guardia civil José Raya Urbano y los guardias Juan García Ruiz, Manuel Ballesteros Caracuel, José Sánchez Fernández y Juan Aguilera Parra, los vecinos Valerio Sánchez López, Aurelio Pérez Rodríguez y Gabriel Cañete Serrano.

         Requerimos la atención y la caridad de las autoridades de la provincia, para que vean si hay forma de remediar, aunque sea en parte, esta desolación. Corresponsal. (1925).

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