HORRIBLE DESGRACIA.- En la fábrica de harinas llamada San José del término de Priego, ha ocurrido una terrible desgracia. La mujer del maestro molinero Balbina García Pérez se acercó a la tolva de trigo con tan mala fortuna, que fue arrastrada por el árbol motor, resultando horriblemente destrozada. (1904). 

CRIMEN EN PRIEGO.- (De nuestro corresponsal).- En la noche del día 13 dieron cuenta en este juzgado de que en el partido rural de Lagunillas, de este término municipal, unos desconocidos habían dado muerte al labrador del cortijo llamado de la Higuerilla.

         El juzgado se personó en el lugar de suceso y desgraciadamente se confirmó el hecho, así como que el hijo mayor del interfecto, joven de dieciocho años de edad, también se hallaba herido de otro disparo de arma de fuego.

         El suceso tuvo lugar, según referencia, del modo siguiente: en la tarde de citado día 13 se presentaron en las inmediaciones de mencionado cortijo tres individuos desconocidos, llevando una burra y armados de escopetas.

         Estos individuos empezaron a coger esparto sin permiso del dueño del cortijo, quien se dirigió a ellos indudablemente con el propósito de impedir que le robasen; pero a las primeras explicaciones uno de los desconocidos disparó su escopeta, causando la muerte de labrador.

         Visto el hecho por uno de los hijos del difunto, acudió al lugar del suceso, disparando otra escopeta sobre el criminal, pero tuvo la desgracia de que le dispararan a él, hiriéndole, aunque no de mucha gravedad.

         Por esta causa no pudo continuar la persecución de los criminales, que huyeron, abandonando el esparto robado y un sombrero.

         La Guardia civil ha detenido a uno de los tres criminales y los otros dos, se han presentado en la cárcel de Priego.

         El desgraciado labrador era padre de once hijos, el mayor de los cuales, como queda dicho, fue herido al socorrer a su padre.

         O. 15-9-1904. 

GUARDIA CIVIL.- La benemérita del puesto de Fuente-Tójar ha detenido a un joven que penetró por un balcón de una casería de la aldea de Castil de Campos, término de Priego, y sustrajo de un arca la suma de 8'95 pesetas. (1904). 

ARMAS PROHIBIDAS.- En Priego ha sido recogido un retaco a un vecino de dicho pueblo por cazar con reclamo de perdiz. (1905). 

SUICIDIO.- En la aldea de Zamoranos se ha suicidado, ahorcándose en un olivo, el labrador Francisco Núñez, conocido por El Rubio, de 60 años de edad. Se ignoran los móviles que impulsaron a atentar contra su vida. (1905). 

GUARDIA CIVIL.- La benemérita del puesto de Priego ha detenido a Manuel Colomo (a) El Santo y a su hermano Miguel, que en unión de José Menjíbar (a) Patarras, a quien persigue, cometieron un robo en la casilla llamada Pedriza de Arrebola, del término de Carcabuey, rescatando también el dinero y los efectos sustraídos.

         Asimismo ha capturado al dueño de una taberna de la aldea de Esparragal, donde concertaron el robo, como cómplice en el hecho. (1905). 

DESDE PRIEGO.- (De nuestro corresponsal). ROBO DESCUBIERTO.- Providencialmente se acaba de descubrir en esta población el robo hecho en 24 de mayo último, ascendente a más de 10.000 pesetas y alhajas, a don José Lozano Madrid.

         Con motivo de haberse realizado posteriormente otro en Castillo de Locubín, la Guardia civil de este punto vino a Priego siguiendo la pista a un sujeto apellidado Porras, quien al ser detenido y preguntado creyó en su ofuscación que el robo porque le prendían no era el del Castillo, sino el de Priego, y confesó de plano que en éste sólo había servido de vigía mientras se efectuaba, descubriendo a sus coautores, que son Escolástico Miranda, y los apodados Capita y Mangues, éstos últimos reincidentes.

         Todos ellos están ya presos, al mismo tiempo que se le ha encontrado parte del dinero y alhajas que robaron, con esperanzas de recuperar todo el que no hayan gastado; así es que la confesión de ellos y el esclarecimiento del delito pueden considerarse seguros y a breve plazo.

         Corresponsal. 4 agosto 1905. 

GUARDIA CIVIL.- La benemérita del puesto de Priego ha detenido a un sujeto que hirió en una mano a un guardia municipal, al intervenir en una reyerta que el agresor sostuvo con otro individuo. (1905). 

DESDE PRIEGO.- ROBO Y ASESINATO POR ESTRANGULACIÓN. (De nuestro corresponsal).Una anciana que vivía sola, y al parecer pobremente, en un cuarto de la calle Real, de Priego, hacía más de veinticuatro horas que no salía de su vivienda ni abría la puerta, lo cual llamó la atención de sus vecinos; y haciéndose eco de ellos un joven de veinte años llamado Manuel Rodríguez Baena, dio parte el Juzgado de que la indicada anciana, conocida en la localidad por la viuda del sargento López, ni salía de su cuarto ni respondía a los llamamientos de los vecinos.

         Constituyóse el Juzgado a seguida en la habitación de aquélla, y encontróse a la pobre vieja muerta sobre la cama con señales de violencia en el cuello y con otras de haberse perpetrado un robo, origen del asesinato.

         Al levantamiento del cadáver, así como a la conducción del mismo en una camilla al hospital, ayudó, prestándose voluntariamente, el joven Manuel Rodríguez, que diera aviso al Juzgado quizá para despistar a la justicia y que no recayeran sobre él sospechas de su participación en tan horrible crimen.

         Pero el hábil y celoso jefe de policía de esta ciudad, don José Barranco, que sabía que el individuo en cuestión acababa de empeñar unas alhajas de procedencia dudosa y que quizá instintivamente sospechó de él, dio orden a sus subordinados de que, una vez conducido el cadáver al hospital, detuvieran al Rodríguez, como así se efectuó.

         Detenido éste, la sorpresa obró en él por modo maravilloso, y sin gran esfuerzo confesó que él y José García Alcoba entraron la noche del 31 de enero por una ventana del cuarto de la interfecta, con ánimo de robarla, y, como ella despertara al ruido, le dieron muerte por estrangulación, siendo también cómplice en el hecho otro joven llamado Hilario Camacho.

         Procedióse acto continuo a la detención de los acusados por el Rodríguez, quienes también han confesado ya su respectiva participación, así como se han descubierto otros robos anteriores a éste, cometidos por los mismos.

         Muchos plácemes reciben las autoridades de esta ciudad, así como la benemérita y el citado jefe de policía, por la cooperación que todos han prestado al descubrimiento de este crimen y otros que no han de tardar en esclarecerse. 2 febrero 1906.

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