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12.069. PRIEGUENSES EN LA UNIVERSIDAD DE GRANADA. (Trabajo de Campo).

 




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PRIEGUENSES EN LA HISTORIA - Francisco Ruiz Santaella: el Leonardo da Vinci prieguense

6. BENEFACTOR SOCIAL

Algunas de sus acciones en favor de la sociedad prieguense.

© Enrique ALCALÁ ORTIZ 



         Las corridas o festivales taurinos organizados por una hermandad o cofradía o por otro tipo de asociaciones con carácter benéfico, cuyos beneficios se destinan para realizar obras en la iglesia, reformar algún edificio público o adquirir un objeto de importancia, religioso o profano, se han dado a lo largo de la historia en diversas ocasiones.

El primer festival benéfico que tenemos fichado en la prensa data del 1910 y se hace en beneficio del Hospital de San Juan de Dios. Por estos años igualmente se había construido una caseta en la que se celebraba una tómbola benéfica en beneficio de esta institución durante los días de feria.

           El festival de cintas y toretes que se preparaba se anuncia por tres veces en las páginas de ?El Defensor?: ?CORRIDA DE CINTAS.- Para el domingo 21 del corriente se prepara por la asistencia en esta ciudad una hermosa corrida de cintas en la que tomará parte lo más escogido de la sociedad de esta población.                                                                                   

         Al efecto están bordando cintas preciosas, las señoritas, y los productos se dedicarán al hospital de San Juan de Dios.                                                                                           

         También se lidiarán y matarán por los aficionados dos toretes que han sido escogidos de la ganadería de don José Lozano, vecino de ésta. Oportunamente daré más detalles. Corresponsal[1]?.

         Y después de tanto anuncio, el corresponsal da una crónica llena de satisfacción por la jornada vivida: ?FESTIVAL HÍPICO-TAURINO.- Con indescriptible entusiasmo y alegría se ha celebrado el domingo 21 la corrida de ?Cintas y Toretes? que estaba anunciada.

         Todo lo que se diga resulta pálido para pintar la animación que han revestido estos actos.

         En la Plaza de Toros hubo un lleno regular y todos los jóvenes que tomaron parte cogieron cintas, siendo muy aplaudidos. Entre todos se distinguió don Antonio de Castilla y Abril.

         Los toros fueron medianos y los toreros buenos, distinguiéndose en el manejo del capote don Juan de Dios Alférez Lozano.

         Las bellísimas señoras y señoritas presidentas de la comisión obsequiaron con magníficos habanos, helados y licores a los jóvenes que tomaron parte en la fiesta y el desfile resultó brillantísimo recorriendo las señoritas en coches y automóviles las principales calles de la ciudad, escoltadas por los jóvenes que a caballo las seguían, orlados con las cintas recogidas, como preciosos trofeos.

         Cuando descendían de los vehículos para quedarse en sus casas las señoras y señoritas, recibieron numerosos vivas del elemento joven, continuando después la comitiva en medio de una multitud de gentío hasta recogerse todas en sus respectivas casas.

         Aún no se sabe a cuanto ascenderán los fondos recogidos a favor del Hospital de San Juan de Dios, pero se cree que suben a una crecida suma. Corresponsal. 22 agosto, 1910[2]?.

         Francisco Ruiz Santaella no consta como torero ni como jinete corredor de cintas, pero si lo vemos como animador del cotillón en la fiesta consiguiente que dieron los organizadores para celebrar el éxito del festival y que maravillosamente cuenta José Tomás Valverde Castilla: ?FESTIVAL EN PRIEGO.- El domingo 28 del corriente se celebró en esta ciudad una fiesta cuyo recuerdo durará mucho tiempo en cuantos la presenciaron.

         Fueron sus organizadores los señores patronos del Hospital de San Juan de Dios, que quisieron con ellas mostrar su agradecimiento al elemento joven de esta población por el festival que para allegar recursos con destino a la Beneficencia celebró el pasado día 21.

         El acto, que se verificó en el Huerto de las Infantas, propiedad de don José Luis de Castilla, comenzó a la caída de la tarde y duró hasta las altas horas de la madrugada.

         El sitio no podía reunir mejores condiciones para servir de marco al delicioso cuadro que en él se encajaba: al frente la adusta mole del histórico castillo de los señores marqueses de Priego, sirviendo de fondo al caudaloso torrente de la Fuente de Neptuno que, despeñado por una artística cascada, rodeada de saltadores y fantásticamente iluminada, se precipitaba en amplísimo estanque, en el que una improvisada lancha hizo las delicias de la concurrencia.

         A espalda los dilatados horizontes de la frondosa vega de Priego, y entre uno y otro paisaje, un precioso parterre iluminado a giorno, cuya avenida central, engalanada con guirnaldas sujetas por las lujosas cintas que se corrieron en el festival, sirvió de salón de baile.

         Los señores patronos don Evaristo Meléndez Alarcón, don Antonio Aguilera, don Juan Bautista Madrid, don Pablo Luque, don José Luis Castilla y don Alfredo Calvo hicieron galantemente los honores a sus invitados, a quienes colmaron de atenciones.

         A las nueve se sirvió un exquisito refresco y antes y después de él se bailaron rigodones y lanceros, terminando la fiesta con un cotillón, que dirigieron admirable y deliciosamente la señorita María Luisa Castilla y don Francisco Ruiz Santaella.

         El número de concurrentes fue seguramente de más de doscientos, dando las muchachas la simpática nota de presentarse luciendo riquísimos mantones de Manila.

         Concretándome sólo a dar el nombre de las familias que estuvieron representadas en la fiesta, hay que anotar: señores de Molina Aguilera, Marfil, Ruiz, Fernández, Ortiz, Rico, Aguilera Aguilera, Castilla y Abril, Serrano Rubio, Luque Matilla, Lázaro, Bufill, Ortiz Santaella, Redondo, Madrid Alcalá-Zamora, Solano, Pareja, Bidaburu, Tofé, Velástegui, Calvo, Pérez, Arriero, Ruiz Lozano, Valverde y Castilla, Onieva, Jiménez, Madrid Linares, Candil, Montes, Ruiz Santaella, Casani, Serrano Ramos, Ruiz-Amores, Agüera, Blanco, Santaella, Camacho, Alcalá-Zamora, Alférez, Sabater, Luque Serrano, Entrena, Madrid Valverde, Abril Lozano, Borreguero, Zurita Ruiz y Moreno Cáliz.

         Los asistentes salieron satisfechísimos de tan agradable reunión, y el improvisado cronista que tomó estas notas quiere estampar al final de ellas una sincera enhorabuena para los señores patronos por el éxito completo de la fiesta y un caluroso aplauso para cuantos con su esfuerzo lograron en el festival del día 21 reunir algunos miles de pesetas con que contribuir al sostenimiento decoroso del Hospital. 30 agosto 1910[3]?.

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         A primeros de febrero de 1915 ocurrió en Priego un hecho luctuoso y sangriento que llenó de indignación a todo el vecindario que incluso intento tomarse la justicia por su mano. Un hijo celoso de las relaciones de su padre que intentaba casarse de nuevo, mata a su futura madrastra y a un hermano de ésta. Así nos lo cuenta el Diario de Córdoba: ?DOBLE ASESINATO EN PRIEGO.- En Priego ha ocurrido un horrible suceso, del que han sido víctima una agraciada joven y un hermano suyo.

         De rumor público se sabe que Antonio Palomar, hombre de alguna edad, viudo y con hijos, venía sosteniendo relaciones formales con María Cobo Ávila, de veinticuatro años, soltera.

         Estos amores habían producido muchos disgustos en la familia Palomar, lo que se oponía a que continuasen las relaciones tanto por la diferencia de edad que había entre aquellos como por los excesivos gastos que a Palomar ocasionaba la situación y también porque, siendo él viudo, tenía el propósito de casarse con María.

         En vista de que con las razones de la familia de Palomar no se conseguía que terminasen los amores, un hijo de Antonio, llamado Rafael Palomar Requerey, de veinticuatro años de edad, casado, barbero y con domicilio en la calle Nueva, de Priego, penetró en la casa número 11 de la calle Polo, domicilio de María Cobo, y sin que mediase palabra alguna, hizo dos disparos con una pistola Browing sobre la María y un hermano de ésta llamado Cecilio, de veintiocho años, causándoles la muerte en el acto.

         El doble asesinato ocurrió en el momento en que las víctimas estaban comiendo, presenciando la escena el tío de las víctimas Antonio Ávila López y el primo de aquellas Isidro Ávila Ortega, se sesenta y uno y diecisiete años, respectivamente, quienes también viven en aquella casa.

         El autor del horrible suceso ingresó poco después en la cárcel del partido, siendo entregado por un alguacil, en cumplimiento de mandato del Juez de Instrucción.

         Tan pronto como la benemérita tuvo conocimiento del hecho se trasladó al lugar del suceso para prestar auxilio al Juzgado en el levantamiento de los cadáveres.

         El pueblo de Priego está hondamente impresionado por el horrible suceso[4].

         Impresionado, indignado y caritativo, porque inmediatamente después el recién aparecido decenal ?Patria Chica? abre una suscripción para socorrer a la madre de las víctimas, consiguiendo una suma de 70 pesetas. Entre los donantes se encontraban Manuel Rey Cabello, Pedro Morales Serrano, Francisco Candil Calvo y Francisco Ruiz Santaella entre otros[5].     

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                  La llamada Gran Guerra o Primera Guerra mundial produjo un alza de los precios de los alimentos básicos afectando gravemente a los obreros temporales, entonces la inmensa mayoría de la población que vio con ojos impresionados como en Rusia triunfa la revolución comunista y daba un giro de noventa grados a su régimen político. En Priego, como en otros lugares de España en 1918 hubo importantes movimientos huelguísticos, reclamando aumento en los salarios para poder comprar al menos los alimentos básicos. Preocupados los propietarios prieguenses, sorprendidos por la actitud obrera y temiendo una revolución como la rusa y por consiguiente la pérdida de sus propiedades y privilegios, se dan prisa y suben los jornales hasta el punto mismo en que fue solicitado por los obreros y además para evitar nuevas revueltas y males mayores se reúnen para crear un Centro Obrero de Hijos de Priego[6].

                   Con mucho detalle, un colaborador de El Defensor del Córdoba, nos entera de estas iniciativas patronales para matar dos pájaros de un tiro: protegerse ellos y ayudar al prójimo: ?SOLUCIÓN DE LA HUELGA.- En la Junta celebrada en el Ayuntamiento con ocasión de la huelga obrera por los principales labradores e industriales de ésta se han tomado acuerdos verdaderamente favorables y salvadores para las clases todas dependientes del trabajo cotidiano, la que nos complacemos en publicar para conocimiento de todos y tranquilidad de aquellos en cuyo beneficio se labora; los acuerdos previamente tomados fueron los siguientes:

         1ª. Constituir una junta que estudie los problemas sociales y proponga las soluciones para la misma.

         2ª. Formar una Cooperativa de venta de artículos de primera necesidad en beneficio de los trabajadores y de los pobres.

         El deseo unánime de ampliar en cuanto lo merezcan las aspiraciones del proletariado, ha duplicado en todos la energía y la actividad, y para hacer práctica y pronta labor se ha reunido esta tarde y bajo la presidencia de digno señor cura párroco los siguientes señores cuyos acuerdos daremos más adelante: Don Víctor Rubio Chávarri, propietario; don Luis Cosani Usera, notario público; don José Luis Castilla Ruiz, propietario; don Rafael Medina Aguilera, industrial; don Francisco Ruiz Santaella, propietario; don Juan Fernández Gómez, subalterno de Tabacalera; don Francisco Candil Calvo, propietario; don Juan Bufill Torres, diputado provincial, don Juan Palomeque Ramírez, propietario; don Antonio María Ruiz Jiménez Rubio, ídem: don Rafael Serrano Aguilera, ídem; don Antonio Calvo Lozano, ídem.

         Varios otros señores de lo más saliente de la población, los que llenos de buen deseo, con la mejor de las virtudes en la mente que es la caridad, se proponen fundar cooperativas y cajas de ahorro que mejoren en lo posible la situación de las necesidades para que este pueblo feliz ayer y triste hoy, no vuelva más a sentir la sacudida violenta que hoy por primera vez ha sentido provocada de una parte por la subida exagerada de los artículo de comer y beber y por otros hostigada del férreo acicate de los revoltosos y tumultuosos de oficio y con la valiosa cooperación de seguros y poderosos elementos se conseguirá al fin que este pueblo vuelva a sus trabajos y a sus goces nunca turbados por el hambre y la miseria; véanse los planes que este Junta se propone desarrollar con la ayuda de Dios y la de los hombres de buena voluntad.

         1º.- En la reunión de esta tarde se han nombrado varias comisiones; una que entenderá de la formación del reglamento.

         Otra del funcionamiento y régimen de la Cooperativa; otra del estudio y formación de una caja rural, y otro que entienda de la instalación y fomento de un centro que se titulará Centro Obrero de hijos de Priego.

         Entendemos que el ardor y cariño con que todos estos señores han tomado estos asuntos les llevará a término feliz, pues todos y casa uno trabajan por su parte para conseguirlo y así se espera por ser obra redentora, educativa y de trascendencia indiscutible para todos?[7].

         En la tercera y última obra benéfica donde nos encontramos a Francisco Ruiz Santaella es en la comisión encargada de construir un asilo benéfico sobre un solar donado por Mercedes Calvo Lozano, encargándose de la dirección de los planos y las obras: ?Ya que la prensa española (y especialmente la buena, la católica prensa) es el constante voceador de toda obra buena, el vehículo triunfal de todo acto plausible, no hemos de dejar de publicar en ella lo que tanto y tan hondamente interesa a esta ciudad y que por su índole misma es buena, es lo mejor de lo mejor, la caridad cristiana.

         Un rasgo envidiable de esa sublime virtud de la caridad, indujo a una señora conciudadana, a una señora de rancia, noble y limpia estirpe, a donar para asilo de pobres desamparados, una buena y apropiada parcela de terreno.

         Enamorado el cronista de esta acción, del fin para que se dona y del entusiasmo unánime que la ciudad siente al ver en vía de realizarse el anhelo constante de sus piadosos moradores; premiados el esfuerzo del digno y celoso arcipreste, iniciador, inductor y actor de cuantas gestiones van realizadas, no puede menos que hablar, y hablar en el lenguaje correcto, fluido y sincero con que suele expresarse la gratitud cuando la gratitud se siente muy de veras.

         La señora donante, doña Mercedes Calvo Lozano, ha de perdonarme (y yo se lo ruego) la licencia que sin la suya se ha tomado el cronista de publicar su nombre; y los señores que tuvieron la dicha de ser para algo nombrados en las juntas, han de perdonarme también al publicar los suyos, más para estímulo de todos, y aún de mí que nada significo, es bueno consignarlo, que la virtud es tarda, reacia y floja en los tiempos que corren y hay que darla reactivas para hacer que despierte y pulule en las casas, en las villas y en la sociedad toda como en los buenos tiempos de su absoluto reinado en que se hicieran tanta y tan piadosas fundaciones benéficas.

         Ayer 3, y en la sacristía mayor de esta parroquia, hubo reunión de señores, que convocados en nombre de las autoridades, del clero, de las Hermandades y Cofradías locales se congregaron para tratar de los primeros pasos de esta obra y salvo los ausentes o los perentoriamente ocupados, asistieron todos y todos aceptaron los cargos para que fueron elegidos; yo vi. en sus semblantes, y vi en sus rostros pintada la íntima, la sublime satisfacción de bien obrar y vi entreabrirse sus repletos bolsillos en socorro de los pobres ancianos; nadie dio nada, ni nadie pidió nada; más en el ambiente parecía cernerse el ángel bendito de la caridad cristiana que decía: ?Señores, los ancianos pobres y sin amparo os necesitan, os llaman?, y ellos parecían responder: ?Aquí estamos?.

         Nombráronse las juntas de planos y obras y la de gobierno y postulación, cuyo miembros son a saber: para la primera, los inteligentes y activos señores don José Pedrajas Suardíaz, médico titular y gran práctico en construcciones; don José Tomás Valverde abogado y semiingeniero, y don Francisco Ruiz Santaella, el clásico y cultísimo ornamentador de cuanto fundamentalmente se construye y fabrica en la ciudad; para la segunda fueron nombrados así: presidente honorario, don Francisco Candil Calvo, hijo del la donante y catedrático de Derecho civil en la Universidad murciana: presidente efectivo don José Ayala, párroco arcipreste; vicepresidentes primero, don Rafael Molina Sánchez; segundo, don Manuel Guardia Lobato; vocales, don Emilio Bufill Galán, don Luis Ruiz Santaella, y secretario don Francisco Adame Hernández.

         Dios Nuestro Señor ilumine a estos señores para que el mayor acierto presida su gestión y Él les pague cuanto en pro de los ancianos realicen?[8].



[1] CORRESPONSAL: Corrida de cintas, ?El Defensor de Córdoba?, número 3304, del 11 de agosto de 1910.

[2] CORRESPONSAL: Festival hípico-taurino, ?El Defensor de Córdoba?, número 3315, 24 de agosto de 1910.

[3] VALVERDE CASTILLA, José Tomás: Festival en Priego, ?Diario de Córdoba?, número 18452 del 1 de septiembre de 1910. Ficha 1555 del libro Priego y prieguenses en la prensa cordobesa (1852-1952). 

[4] REDACCIÓN: Doble asesinato, ?Diario de Córdoba?, número 19916, del 6 de febrero de 1915. Ficha 1927 del libro ?Priego y prieguenses en la prensa cordobesa (1852-1952)?.

[5] REDACCIÓN: Suscripción, ?Patria Chica?, número 5, 20 de marzo de 1915. Ficha número 5525 de nuestro libro ?Priego y prieguenses en la prensa cordobesa (1852-1992)?

[6] CORRESPONSAL: Tras la huelga obrera, ?Diario de Córdoba?, número 21355, del 20 de noviembre de 1918. Número de ficha 1324 de nuestro libro ?Priego y prieguenses en la prensa cordobesa (1852-1952)?.

[7] UN COLABORADOR: Solución a la huelga, ?El Defensor de Córdoba?, número 5871, del 20 de noviembre de 1918. Ficha número 2661 de nuestro libro ?Priego y prieguenses en la prensa cordobesa (1852-1952)?. 

[8) CORRESPONSAL: Obra benéfica, ?El Defensor de Córdoba?, número 7093, del 9 de junio de 1921. Ficha 3000 de nuestro libro ?Priego y prieguenses en la prensa cordobesa (1852-1952)?.

 





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