En la noche del Miércoles Santo realiza su estación de penitencia la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Preso y María Santísima del Mayor Dolor, siendo éste año su vigésimo aniversario caminando por las calles de nuestro Priego.

Transcurría el año 1988 cuando un grupo de cofrades, movidos por un sentimiento cristiano y la pasión por la Semana Santa, decidieron hacer realidad su sueño de fundar una hermandad. Aquella primera Junta de ?valientes? estaba constituida por: Hermano Mayor: Niceto Mateos, Teniente de Hermano Mayor: Vicente Luque, Secretario: Miguel Ángel Jiménez, Vicesecretario: Lourdes Alcalá-Zamora, Tesorero: Fernando Zamora, Vicetesorera: Mercedes Rosales, Camareras: Carmela Medina y Sacramento, Mayordomos de Costaleros: Pedro Vigo y Javier Ibáñez y Fiscal: Anacleto Carmona. Desde estas líneas el más profundo agradecimiento y admiración por los frutos que dio su esfuerzo, y que ojalá los llene de satisfacción cada Miércoles Santo, a los que lo ven desde aquí y a los que seguro, lo hacen desde el cielo.

Pasos de estilo granadino y más tarde de estilo sevillano que introdujeron una novedad en nuestra tradicional Semana Santa, son el sello de nuestra Hermandad, y han enriquecido el vocabulario cofradiero prieguense, haciendo propias palabras como costal, trabajadera, chicotá, patero, etc? Actualmente el Paso de Misterio es portado por una cuadrilla de veintiocho costaleros a estilo sevillano y el Paso de Palio lo portan treinta y dos costaleras a estilo granadino. Cambios que hoy nos parecen de siempre, pero que han sido años de esfuerzo, de hacer oídos sordos y sobre todo de ilusión, de mucha ilusión de llevar hacia delante más que una pasión, un sueño.

La Hermandad fue pionera también  en la organización de un Certamen de Marchas Procesionales, cumpliendo este año su onceava edición y consolidado ya como ?el pistoletazo? de salida de nuestra ?Semana Grande?. El concierto se realiza en un lugar privilegiado como es sin duda el Teatro Victoria, que ha visto desfilar por sus tablas a bandas y agrupaciones de renombre como La Fuensanta de Córdoba, Ntra. Sra. de la Palma de Marchena (Sevilla), Ntro. Padre Jesús Cautivo de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) y Ntro. Padre Jesús de las Tres Caídas de Sevilla o Los Turutas a los que  hemos visto crecer año tras años y  tanto cariño  tenemos, pues ponen música al caminar elegante de Jesús Preso cada Miércoles Santo.

En Cuaresma la actividad es casi frenética, sobre todo desde hace cuatro años, cuando  se abrió nuestro cuartelillo ?Tos Por  Iguá?, siendo éste, punto de encuentro para los cofrades.      

Hermandad con identidad propia, está ubicada en la Iglesia del antiguo Hospital de San Juan de Dios, que en la noche del Miércoles Santo se ve llena de  gente, de nervios, de ilusión y sentimientos. Los penitentes ocupan sus puestos, velas encendidas,  oraciones. Los capataces repasan los últimos detalles, hablan con sus cuadrillas, la Iglesia  se inunda de incienso, se apagan las luces y al  filo de las diez de la noche, se abren las puertas a la plaza, que es ya un hervidero de gente. El corazón comienza a latir con más fuerza.

Salida espectacular la de Nuestro Padre Jesús Preso, la cuadrilla se reduce a la mitad y siguiendo las instrucciones del capataz y contraguías, va adoptando primero la posición ?de rodillas? hasta terminar luego, apoyándose también en las manos para poder salvar el arco de la puerta. Primera ?levantá?, silencio roto por el crujir de las trabajaderas y el rastreo sordo de los pies de los costaleros.

A continuación la Reina de San Juan de Dios sale, con no menos dificultad, pero con la misma belleza. La plaza se llena de notas musicales y las emociones contenidas rompen en aplausos y ?vivas? a nuestros Titulares. Caminar lento, lleno de ritmo que se va perdiendo en la estrechez de  la calle Tercia, ardua labor la de los capataces, que son los ojos de sus costaleros.  ¡Qué bella estampa!, Él con su carita triste y sus manos atadas, Ella, preciosa mirando al cielo, pidiendo clemencia.

En fin, veinte años aprendiendo a caminar, siendo muchas las personas que han dedicado y dedican, su tiempo y experiencia al compromiso cristiano de evangelizar haciendo catequesis con nuestra estación de penitencia. Para crecer, pero con paso corto, como es nuestro caminar.

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