© Enrique Alcalá Ortiz

           Después de esto vendrán muchos años de sequía informativa. En 1915 será una publicación prieguense la que nos recuerde estas fiestas, ?momentos de franqueza y sinceridad?, como escribe Fray Liberto, seudónimo de Manuel Núñez: ?La inseguridad del tiempo, y más que nada la aguda crisis porque atraviesa nuestra clase trabajadora, elemento insustituible en las fiestas de orgía y escándalo, han sido causa de la desanimación que en Priego ha reinado en los días de Carnaval.

                    Los días primero y segundo transcurrieron sin pena ni gloria.

                    Cuatro o cinco haraposos enchurretados nos hicieron recordar la fiesta que se celebraba. En el martes se le ofrendó una pequeña satisfacción al Dios Momo a lo que contribuyó la soberana esplendidez del día, admirándose algunos disfraces originales reveladores de que el buen gusto no se ha ausentado de nuestro pueblo.

                    Creo firmemente que el festival carnavalesco no desaparecerá nunca. De los trescientos sesenta y cinco días que tiene el año, en trescientos sesenta y dos domina el engaño, la ficción, el dolo, la hipocresía y la mentira. Réstanos tres solamente para manifestarnos tal cual somos, protegidos por el disfraz. Por eso la máscara es de notoria utilidad, cuando la empleamos con un fin preconcebido, puesto que confiados en la impunidad del misterio, exteriorizamos todos nuestros sentimientos aún aquellos que en circunstancias normales podían perjudicarnos.

                    Seméjase, el Carnaval, en sus motivos, a una persona que necesitando vindicar una ofensa, y careciendo de valor para repararla dignamente, se embriaga, solicitando del alcohol los arrestos que le faltan.

                    Por eso no puede morir nunca porque son los únicos momentos de franqueza y sinceridad de nuestra alma?.

                    En 1917, el corresponsal se limita, en unas pocas líneas a dar una opinión sobre unas fiestas que no son de su agrado, y a dar cuenta de una reyerta: ?Con un tiempo espléndido y propicio para la expansión y el divertimiento, se han deslizado en la localidad sus tres días, así como el domingo de Piñata, costumbre que se ve decaer por el transcurso del tiempo y que llegará a desaparecer en él por tratarse realmente de lo que en realidad es mascarada, engaño, algo ficticio que se trata de ocultar para encubrir la injuria, la molestia que ocasiona el llevar la frente alta y descubierta la faz para arrastrar el pecado si realmente se ha cometido a servir de tapadera a la falacia injuria o baldón.

                    Pasó como todo pasa, sin más accidente que uno que le tira a otro un bocado en la nariz llevándose la mitad, ya no sólo ladran, sino hasta que muerden?.

                    Pasaran muchos años sin que los corresponsales se acuerden de los Carnavales, hasta 1923. Nos enteramos en este año el baile de disfraces que celebra en su casa el notario Antonio Casas López, al que concurre una escogida sociedad y la actuación en el teatro de Anita Adamuz, eminente primer actriz nacida en Priego: ?Con gran derroche de alegría y con el acostumbrado lucimiento, se han celebrado en esta ciudad las fiestas de Carnaval, y como final y nota saliente de ellas, he de hacer mención de la reunión de trajes tan admirablemente organizada por nuestro ilustre notario y distinguido amigo don Antonio Casas López, celebrada el Domingo de Piñata en su domicilio.

                    A ella concurrió lo más selecto y exquisito de nuestra buena sociedad, destacándose, tanto por sus dones naturales, como por la originalidad de sus disfraces, las encantadoras señoritas Amelia Calvo, Araceli Fernández, Encarnación Marfil, Luisita, Julia, Amelia y Consuelo Velástegui, Natalia y Gloria Molina, Conchita Matilla, María Salud Madrid, Carmencita Ramírez, Aurora Novel, Francisca y Salud Madrid, Luisita Molina, Aurora y Trinidad Amores, Elisa Bidaburu, Dolores y Concha Siller, Elena y Leonor Jurado.

                    Tanto la distinguida esposa del señor Casas como su simpática y encantadora hija Carmencita, contribuyeron con su amabilidad y acierto al buen éxito de la fiesta.

                    TEATRALERÍAS.- El jueves 22 del corriente debutará, con la preciosa obra Rosas de Otoño, en este Salón Victoria, la compañía cómico ?dramática Adamuz-González gloria del teatro español, y en la que figura la eminente primera actriz, hija de este pueblo Anita Adamuz.

                    Para tan fausto acontecimiento el público ávido de admirarlo ha comprado por completo las localidades?.

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