INICIO
 CURRÍCULO  
 NOTAS BIOGRÁFICAS  
 CRONISTA OFICIAL  
 ARTÍCULOS  
 LIBROS  
 FOTOTECA  
 ADARVE FOTOGRÁFICO  
 ENVÍA TUS FOTOS 
 VÍDEOS 
 NOTICIAS DE PRIEGO 
 ENLÁCENOS 
 LIBRO DE VISITAS 
 BLOG 

 

12.025. EL CASINO DE PRIEGO Y OTRAS INSTITUCIONES RECREATIVAS. (1848-1998)

 




Visitas
desde el 1 de mayo 2007
POESÍA DE ENRIQUE ALCALÁ ORTIZ - El viejo olivo

04. EL ALIMENTO DE MI ALMA ACEITOSA

© Enrique Alcalá Ortiz



         Antes de todo y después de nada, ¿qué somos?, ¿di?,  si no aliento.

         El mismo aliento. El mismo viento posa en tu emanación cambiante de caimán lengüilargo. De camaleón ojos saltones, ojos grandes sin párpados. Pez con vestido de Marte atravesado por una cápsula espacial.

         El mismo aliento me traen las risas del manicomio próximo lleno de esquizofrénicos tarados y ciclotímicos que tienen su virtud en no encontrar su juicio. Locos de sentidos... ¿Serán acaso los únicos felices? ¿O esa sutil palabreja faltará en su diccionario de necedades? ¿O será su felicidad la inocencia de sus años de ángel? ¿O será su aliento lo que pensamos sea su anormalidad?

         Los olivos me traen, estirados como velas, ese mismo aliento en las orillas del río Moriscos, río que está seco de amarguras en su estío. Se estiran tanto esos olivos para besarse y abrazarse donde nadie los vea para después mirar a ver  qué pasa al otro lado del monte, como si hubiera algo más importante que ver navegar el río que no pasa nunca. El río es un mentiroso en su movimiento, porque sabe estirarse más que las cúpulas de los olivos y afirmarse tanto como nuestra inconformidad enferma y cobarde que por más que se estire nunca llegará a la debilidad de partirse.

         Ese mismo aliento me quitó mi aliento. Ese mismo aliento enredó mi alma. Ese mismo aliento me dejó en un aislamiento total, sin nada. Ese mismo aliento reposa en el barro de mi carne vestida de piel de olivo, vestida de piel de aliento, vestida de piel de... Un aliento formó nuestra cilíndrica garganta con joroba empinada y otro lo estrangulará cuando sólo sirva para llevar corbata de seda artificial y jersey de lino con cuello alto como el que tiene el retrato del único Cervantes. Después de todo y antes que nada, ¿qué somos?, ¿di?, si no aliento.

         En su movimiento riza las aguas del río y le hace caracol en su figura como los que llevan las gitanas de las cuevas, pero el agua se ríe de él, de una manera frontal, en su cara. Apenas se va, se quita la permanente y sólo ríe si le tiran una piedra o si los juncales para pasar un rato divertido le hacen cosquillas de diversión en los sobacos de sus orillas.

         El aliento es sólo momento, y su recuerdo desvaído es sólo su huella. Si llega a pasar otra vez no es el mismo de antes, pues cambia de camisa más que una boa y de color más que el camaleón de cola de serpentina.

         El aliento es si camina, si marcha lentamente como una tortuga acorazada o como un tractor que pone en carne viva a las campiñas andaluzas, si no es una corriente de aire sin ningún sentido, movimiento sin seriedad, gigantesco fraude, resultado falseado.

         El aliento, antes y después de todo, es la voz de mi alma amarrada al cuerpo, hecha agua con aceite dentro de una  lamparilla que alumbrará hasta que haya grasa vegetal.





1059 Veces visto - Versión para Imprimir




Libro de
Visitas


Colabora con tus fotos



Buscador de Artículos



[INICIO] | [CURRÍCULO] | [BIOGRAFÍA] | [CRONISTA OFICIAL] | [ARTÍCULOS] | [LIBROS] | [FOTOTECA] | [ADARVE FOTOGRÁFICO]
[ENLÁCENOS] | [LIBRO DE VISITAS] | [ENVÍA TUS FOTOS] | [BLOG]


Diseño Web: © dEle2007