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03.04. HISTORIA DE PRIEGO DE ANDALUCÍA. (Tomo I)

 




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POESÍA DE ENRIQUE ALCALÁ ORTIZ - El viejo olivo

09. LAS HOJAS (1)

© Enrique Alcalá Ortiz



         Las hojas de tu cuerpo son los ojos de tu alma.

         Caramelillos de menta, de menta verde y parda tierra. Pulmones abiertos al sol andaluz que transforma rayos ultravioletas en aceitunas moradas. Bronquiolos lanceolados que consumen la claridad de la luna llena y la transforman en leche fibrosa de madera que al contacto con el rocío se trueca en horrorosa coraza de ancestral sabiduría.

         Tus hojas son flechas lanzadas por un ejército ibero en pie de lucha que apuntando al cielo, en desbandada, -en un acto de desesperación y hastío- desean matar a las estrellas de su impotencia, ya que no pueden hacer frente a un ejército invasor fuerte en organización e hierro, y por tanto en razones.

         Son tus hojas, mensajes de lunas blancas, de lunas siempre en creciente que cuando los escriben se ponen sus mejores galas: zapatos de corales y vestidos abrileños que llevan estampados convexas tajadas de melón similares a lunas moras.

         Tus hojas, calladas siempre, pero bailando a todas horas al aire que le tocan, son las lenguas de tu cuerpo que tantos amores encierra en las ventrudas aceitunas, en los nudos añosos de tu tronco y en tus grises ramas o en las regiones ocultas de tus enterradas raíces que están muertas de vergüenza bajo el suelo. Entre las raíces y las hojas hay reciprocidad de intercambios, un toma y daca, un bolsín de compensaciones, un laboratorio químico, con el objeto de transformar aroma y sustancia en elixir líquido. Las raíces dan vida a las hojitas. Las hojitas dan vida a las raíces.

         Son tus hojas amarillos canarios que cantan y cantan cuando el viento mueve tus ramas. (Algunos dicen que son gritos de dolor, pero yo no quiero creerlo. Más bien serán geniecillos de agudo gorro con luengas barbas y narices achatadas de tanto besar y cantar aleluyas.)

         ¡Oh, las hojas de tu cuerpo! ¡Oh, los ojos de tu alma amoratada de aceite amarillo! Son panificadas esmeraldas y flechas pequeñas de clorofila.





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