INICIO
 CURRÍCULO  
 NOTAS BIOGRÁFICAS  
 CRONISTA OFICIAL  
 ARTÍCULOS  
 LIBROS  
 FOTOTECA  
 ADARVE FOTOGRÁFICO  
 ENVÍA TUS FOTOS 
 VÍDEOS 
 NOTICIAS DE PRIEGO 
 ENLÁCENOS 
 LIBRO DE VISITAS 
 BLOG 

 

06.19. El familiar del Santo Oficio, Caballero Hijodalgo, Capitán de Caballería, Regidor y Diputado Pedro Alcalá-Zamora y Ruiz de Tienda. (1778-1850). (Documentos para su biografía). Tomo II

 




Visitas
desde el 1 de mayo 2007
POESÍA DE ENRIQUE ALCALÁ ORTIZ - El viejo olivo

13. PODA CURATIVA: SAVIA NUEVA

© Enrique Alcalá Ortiz



         Cuando apenas la primavera se hizo presente y se escondieron en la cueva del pasado invierno los huesos de las aceitunas perdidas, las ramas del olivo -ayer tan esbeltas- presentan síntomas de cansancio, están exhaustas, agotadas, drogadas por el esfuerzo de su cosecha abundante y numerosa. El peso de los frutos invadió de estrés todas tus ramas: viejas y jóvenes.

         Las ramas declinan un esfuerzo que se hizo aceite para beber. (Un esfuerzo existencial que lo justifica a los ojos de los habitantes del huerto.) Programaste mal tu capacidad de resistencia. Tu ambición de cosecha fue mayor que la dureza de tus palmípedas ramas de chocolate, hechas solamente a volar sin despejar sus alas de verde oliva. Daba corte en los días de otoño contemplarte con tanto fruto. Tus ramas eran arcos de medio punto con los que construías una catedral románica. Un contraste en esta tierra andaluza que apenas conoce el gótico, y que además se goza en un barroco de hojarasca que tú detestas.

         ¡Tanta rama! ¡Tanta aceituna hecha de algodón de aceite! Ambicioso fuiste. Te sentías feliz disfrutando un objetivo conseguido. Ambicioso fuiste para dar. Tanto, que alguno de tus brazos se astilló por el sobrepeso. Se doblaron irregularmente gritando una pesadez que, sin pensar, se les había venido encima. Pero la mayoría resistieron la carga y consiguieron madurar. Y ese fue tu éxito. Y ese fue mi producto. Ambicioso fuiste para dar.

         A las más viejas se les nota una cara indecible de fatiga tranquilizadora. Están corroídas por la gangrena del cansancio cosechero. Se hicieron aceite cuando iban muriendo poco a poco. Tanto fruto dieron que entregaron su alma en ello. También entregaron su cuerpo. Por eso ya no sirven, porque se entregaron. Descendieron para hacerse rama muerta. Murieron para convertirse en palo. Palo que arrastrará el temporal río abajo.

         Con estas razones llegaron los cirujanos de la poda. Mostraban carcajadas de música popular en sus rostros. Con sus hachas al hombro eran las aspirinas que calmarían tus dolores de rama seca e inútil. Cuando vuelan sus hachas los magos galenos, amputan tus manos cansadas. Te las cortan a golpe de acero para dar paso a nuevos brotes que traigan savias renovadas. Así es la vida. Tú lo sabes y lo agradeces, porque te beneficia.

         ¡Dichosa sabiduría!

         El sector de sombra que proyecta tu cuerpo sobre la tierra se fue llenando de despojos inservibles, mientras tú temblabas enloquecido a cada golpe de hacha que recibías. (Las dos yeguas del vecino viendo su bocadillo por el suelo se acercan juguetonas, y enseñando sus dientes los aplican a las hojas más verdes.)

         Por la tarde, me acerco en visita piadosa para recrearme con la juventud que acaban de sembrarte con la poda. Mientras duermes tranquilo, recojo las ramas que luego hacino en costales para llevármelos al hogar donde se convertirán en picón y lumbre. Y así, transformada en misterio de energías caloríficas, el pedazo muerto de tu alma desgajada volará a las regiones más altas de ese cielo que te cubre a todas horas.





1023 Veces visto - Versión para Imprimir




Libro de
Visitas


Colabora con tus fotos



Buscador de Artículos



[INICIO] | [CURRÍCULO] | [BIOGRAFÍA] | [CRONISTA OFICIAL] | [ARTÍCULOS] | [LIBROS] | [FOTOTECA] | [ADARVE FOTOGRÁFICO]
[ENLÁCENOS] | [LIBRO DE VISITAS] | [ENVÍA TUS FOTOS] | [BLOG]


Diseño Web: © dEle2007