INICIO
 CURRÍCULO  
 NOTAS BIOGRÁFICAS  
 CRONISTA OFICIAL  
 ARTÍCULOS  
 LIBROS  
 FOTOTECA  
 ADARVE FOTOGRÁFICO  
 ENVÍA TUS FOTOS 
 VÍDEOS 
 NOTICIAS DE PRIEGO 
 ENLÁCENOS 
 LIBRO DE VISITAS 
 BLOG 

 

03.03. HABLANDO DEL PUEBLO. (Pregones)

 




Visitas
desde el 1 de mayo 2007
POESÍA DE ENRIQUE ALCALÁ ORTIZ - El viejo olivo

17. SECRETILLOS

© Enrique Alcalá Ortiz



         Me siento culpable soy amador de amores secretos. El primer día cuando descubrí el de mi olivo fue una admiración. Los días siguientes me inundaron de un gozo continuado y burbujeante.

         Permanecía en el olivar, porque tenía el turno de riego por la noche.

         Estaba azul y claro el alto monte, y de un verde espeso, el apretado valle. Se percibía un suspiro de vida y un lamento de moribunda tarde agotada de tanto paso, de tanto trajín de horas como la pasaban.

         Un pajarillo pajizo y cobre volaba sobre su nido de pajas secas y barro sólido diciendo buenas noches a todos los que lo entendían.

         Cuando el cielo enrojece para despedir a la tarde, es ocaso sobre los olivares andaluces.

         Azul, rojo subido y violeta difuminado en el empinado monte, a abajo: verde y espeso el apretado valle.

         Ya de noche, en el momento que con la escardilla iba conduciendo el agua por los surcos de la huerta descubrí un secreto.

         ¿Has visto, hermano, aquel olivo que hay en el centro del huerto y al que tanto me ves cuidar? ¿Has estado alguna vez en el extremo sur de la finca donde está la olivarda a la que apenas hacemos caso?

         Yo sé su secreto que voy a contarte, pero no lo digas a nadie. Secreto de dichas. Secreto de olivos. Secreto de amores.

         Ya la luna se ha escondido en una huida de complicidad y madre con su pío, pío, ha dado el último grano a las gallinas dormilonas. Entonces me escondo detrás de los trigales cañosos que se mueven como diciéndome así que no, y en silencio veo como la olivarda salvaje y pura, y el olivo cultivado y educado, se hablan cuando mueven sus ramas.

         Aprovechan todo para comunicarse. Si un pequeño trepatroncos cambia de piso porque le han mandado el despido, le dan un mensaje para verse a escondidas de todos.

         No sé cómo una tórtola les ha enseñado el lenguaje de los sordomudos y así los ves a todas horas moviendo sus ramas y hablándose por señas.

         Ayer noche cuando me levanté para atar a Lucero, que no dejaba de ladrar, los sorprendí besándose detrás de la choza.

         Aquellos olivos se aman en secreto, pero no se lo digas a nadie.

         ¡Palomillos de plumaje verde! ¡Dichosos seáis olivos de mi huerto!





1045 Veces visto - Versión para Imprimir




Libro de
Visitas


Colabora con tus fotos



Buscador de Artículos



[INICIO] | [CURRÍCULO] | [BIOGRAFÍA] | [CRONISTA OFICIAL] | [ARTÍCULOS] | [LIBROS] | [FOTOTECA] | [ADARVE FOTOGRÁFICO]
[ENLÁCENOS] | [LIBRO DE VISITAS] | [ENVÍA TUS FOTOS] | [BLOG]


Diseño Web: © dEle2007