INICIO
 CURRÍCULO  
 NOTAS BIOGRÁFICAS  
 CRONISTA OFICIAL  
 ARTÍCULOS  
 LIBROS  
 FOTOTECA  
 ADARVE FOTOGRÁFICO  
 ENVÍA TUS FOTOS 
 VÍDEOS 
 NOTICIAS DE PRIEGO 
 ENLÁCENOS 
 LIBRO DE VISITAS 
 BLOG 

 

06.22. LOS ALCALA ORTIZ (ARBOL GENEALOGICO)

 




Visitas
desde el 1 de mayo 2007
POESÍA DE ENRIQUE ALCALÁ ORTIZ - El viejo olivo

18. BUEN APETITO

© Enrique Alcalá Ortiz  



           Saliste de tu calenturienta fiebre apagado y desnutrido. Tu debilidad -mejorable según diagnóstico médico- se trasluce en ese ribeteado que contornea tus hojas. Me he dado cuenta cómo la calcinada tierra que te soporta, hizo pastillas de fósforo y sal que luego dejaron abandonadas por la noche para que cuando desayunaras por la mañana fortalecieras tu cuerpo.

         Quiero verte en forma, pero es imprescindible que comas. Come, arbolito, ese sol ardiente, come su energía calorífica como primer plato de tu rehabilitación y bebe de los rayos de la luna cuando te ofrece su líquida claridad vestida de satén negro para que cuando se acerque oferente no te deslumbre. (Le declaraste tu amor y ella te correspondió, sin pensárselo, afirmativamente. Muchas veces, por las noches se os ve abrazados escondidos en el roce suave de una nube pasajera. Las comadres rumorean que pronto habrá boda, pues han visto en tu cabaña el manto de ilusiones florecidas que te tiene guardado como primer regalo de bodas).

         Necesitas comer y bien, no me desconsueles por un motivo tan nimio. Quiero que tu aspecto mejore por días. Prémiame esta preocupación con tu salud. Necesito tu amistad para encontrarme. ¿Querrás hacer esto por mí?

         Come y bebe del invisible rocío, sólido y líquido, que humedece tu sequedad nocturna, y que después tú usas para lavarte esa cara de hojas que tienes. ¿Sabes que el rocío es el hijo benjamín de una rosa sublimada? (El garbanzo negro de la familia del rocío es la escarcha que quema de puro fría sobre todo si te coge en la época de floración.)

         Ay, rocío, máscara de llanto pintas a mi olivo cuando besas su cara, sé bueno y no te conviertas en escarcha. Ay, rocío, rocío, desciendes, flotando por las noches como las pequeñas pompas de jabón, y sólo te ves por el día con la luz indirecta, más desapareces, por vergüenza, en cuanto el sol asoma la cara.

         Bebe el semisolidificado néctar que te traen los insectos voladores en sus delgadas patas de estropajo cuando por la tarde llegan para hacerte cosquillas en los nudos de tus ramas. Aprovecha el momento del suave contacto y come apaciblemente ese alimento tan nutritivo. No dejes pasar esa sensación tan agradable.

         Come arbolito, come de postre un pastel de rosas o un ramo de uvas pasas y dulzonas. Come y bebe. Regálame un palmo más de tu retorcido cuerpo antes de que se aleje la otoñada montada en la grupa de un pegaso por esas lejanas cumbres.





1036 Veces visto - Versión para Imprimir




Libro de
Visitas


Colabora con tus fotos



Buscador de Artículos



[INICIO] | [CURRÍCULO] | [BIOGRAFÍA] | [CRONISTA OFICIAL] | [ARTÍCULOS] | [LIBROS] | [FOTOTECA] | [ADARVE FOTOGRÁFICO]
[ENLÁCENOS] | [LIBRO DE VISITAS] | [ENVÍA TUS FOTOS] | [BLOG]


Diseño Web: © dEle2007