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01. IMPRESIONES CARNALES
© Enrique Alcalá Ortiz
1
Salí de mi cubil.
Pegué tal salto
que me quedé
en cuclillas
con una uña rota.
¡Pobrecito,
me decían los que se quedaron dentro!
2
Para andar descalzo
soporto los guijarros del río.
Andar
sobre losas de mármol
es tan antinatural
como beber cerveza... caliente.
3
Mirar al sol
sin gafas.
Un empacho de luz
ciega el sentido.
4
Ciego.
Amor.
Para que sobresalga
el sentido
del gusto.
5
Para mañana
pan tostado.
Se queman
las aristas
de mis venas
para poder
ennegrecer
las migajas blancas
en mi cocina.
6
Sin luz
casi todo es sueño.
Quizás encendemos
velones
para ahuyentar
a los vampiros
de nuestras oscuridades.
7
Blanquean el dinero
con una capa
de mugre subversiva.
Encalan
un sepulcro
sin disfrutarlo.
8
Mirad para abajo.
Mirad para arriba.
Mirad a la derecha.
Mirad a la izquierda.
¿Quién mira para atrás,
hacia la nostalgia de sus horas?
9
Me reconocí
en el cuerpo
que perdí
en el accidente.
Vivir para verse.
Y morir para encontrarse.
10
Una flor me hace
feliz,
pero me deja intranquilo.
Conozco
lo que me falta
cuando se pudre
lo que he de tirar
al basurero.
11
Sí,
sí,
sí,
sí.
Muchos más. Síes a millares.
Estoy tan cansado
de tantos noes.
12
La flor del membrillo
es rosa.
Su fruto es carne rosa
de amarillo.
¡Y aún hay
quien desea
que nos vistamos
con los mismos babis
de la infancia!
13
Tan fácil
como despertarse
cuando
el reloj
me toca por la mañana.
Tan difícil
como buscar
lo que se tiene
a mano.
14
No sé qué hacer.
Hay que transfigurarse para
conocer al alba
del nacimiento.
Por la tarde
las calenturas
han puesto
en ebullición
los deseos.
Porque los dientes
de nuestro engranaje
se contaminaron
de miradas furtivas.
15
Pasan delante
velozmente
y se espantan
de verme
bajo una sombrilla
de cristal.
¡Ellos que van
en sus coches
de aire acondicionado!
16
Los dientes
en arco
forman una dentadura;
en fila dibujan una daga.
Con los mismos dientes:
¿es lo mismo un beso
que una puñalada?
17
Para hacer el amor
se usan pocas palabras.
¿Para qué se necesitan tantos libros?
18
Se quedaron
colgados
en los hilos
de una nube.
¡Para que después
digan
que el agua
no es tierra firme!
19
Le hicieron
lado a la indolencia.
El gesto de fatiga
se veía
en su cara
de porqueros sublimados.
20
El grano de arena
en la playa
es el mismo
que el grano de arena
en el ojo.
La punzante
molestia
es el detalle
que distingue
el ojo irritado.
21
Sentir para aprender
en las luces estrelladas
de una mota.
Siempre estuvieron los golpes
acompañados de enseñanzas.
22
Las escaleras
que bajo
para encontrarme
en la altura de una calle
que sigue bajando.
(Un pie
para cada peldaño
de bajada.)
Para subir necesito
muchas manos.
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