a falta de atractivos reseñados por los redactores de Carcabuey será la tónica más sobresaliente de estos primeros años de siglo, si bien en la Feria de 1903 se programa una corrida de toros con "Lagartijo Chico" y "Gallito". " La feria, que empieza mañana, lleva buenos auspicios: las calles Carrera de las Monjas y San Marcos están ocupadas por gran número de tiendas, lo que prueba el negocio que hacen en esta rica e industriosa ciudad; los teatros, circos y otros espectáculos invaden la plaza del Palenque. También hay corrida de toros, tomando parte las cuadrillas de "Lagartijillo Chico" y "Gallito". Es de suponer que este año quizá supere a los anteriores, pues se nota más afluencia de forasteros. Ya iré dando detalles de las diversiones y de los sucesos que más resonancia tengan. 31-8-1903[1]".

                         Ontiveros, el corresponsal, un año más tarde, se sigue quejando de las pocas atracciones programadas, pues faltan los toros, el circo ecuestre y otras divertimientos habituales: "NOTAS DE FERIA.- Ha terminado la feria, la cual ha ofrecido menos atractivos que en años anteriores a causa de que no hemos tenido corrida de toros, ni circo ecuestre, ni algunas otras distracciones.

                         Esto no obstante, la concurrencia ha sido grande, tanto de personas como de toda clase de ganados, aunque las transacciones, relativamente, han sido escasas.

                         Seguramente, la feria de este pueblo alcanzaría gran importancia si el Municipio, el comercio y los tres casinos, uniendo sus esfuerzos, contribuyen a ello; pero aquí lastimosamente se desatiende este asunto y nada se hace; así es que ni una tienda de campaña en el real  para recreo o comodidad de los concurrentes, ni música, y este año, como digo, ni toros, ni teatro, ni circo.

                         Los esfuerzos del activo empresario señor Serrano fueron vanos y no pudo conseguir ayuda para la corrida de novillos que proyectaba.  

                         Hay, no obstante, que alabar el celo del señor teniente de la Guardia civil y la actividad incansable de jefe de orden público señor Luque, porque debido a la exquisita vigilancia de estos dignos funcionarios no ha habido que lamentar los robos y raterías que generalmente abundan en los grandes mercados, ni tampoco las desgracias personales que casi siempre acompañan a la aglomeración de personas de tan heterogénea condición.

                         La calle Prim y la plaza del Palenque que continúan siendo visitadas, pues quedan tiendas con sus correspondientes rifas y caballitos de madera.

                         Hemos tenido el gusto de saludar estos días a los señores don José Viguera y don Celedonio Porras Marín, de Córdoba, y a sus distinguidas señoras; al Juez de Instrucción de Baena, señor Ortega; a los señores Mazuelo, de Cabra; al Diputado Provincial, señor Galisteo; a los señores Porras, Ramiro, Trujillo, Fernández Bautista, Fernández Mariscal y Galisteo (don Francisco), de Luque, y a otros muchos amigos o conocidos antiguos, de los pueblos limítrofes, cuya lista sería interminable, a todos los cuales deseamos que hayan regresado a sus respectivos hogares con felicidad y que continúen honrándonos con su anual visita. O. 9-9-1904[2]".

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