a firma "O" que aparece en la anterior crónica pertenece a F. Ontiveros, un maestro de escuela que ejerció en Priego y que escribe numerosas crónicas, como corresponsal en el Diario de Córdoba, terminando sus días profesionales en Santa Eufemia. Él mismo nos dice de su persona en una carta abierta que dirige a su amigo José Luis Castilla Ruiz: "(...) Hablaba a usted en aquella carta extensamente de esta región, pero sin perder de vista a ésa, sin olvidarla, porque eso sería en mí imposible; yo no puedo olvidar jamás la santa tierra que guarda los restos de mi padre y los de mis hijos; jamás olvidaré el Llano de la Iglesia, ni aquella escuela en donde como pupilo pasé dos años educándome y aprendiendo las primeras letras con aquel buen hombre que se llamó don José Ramírez; y no podré jamás olvidar los diez años que viví en esa ciudad; yo no podré olvidar que nací en Fuente-Tójar, que es lo mismo que nacer en Priego. No. Todo eso no se borrará de mi memoria; y si aquí no siento nostalgia es porque aquí se enterró mi madre, mi hermana y algunos nietos; es porque aquí también tengo buenos amigos, y se criaron y viven mis hijos[1]".

                         En su última crónica del siglo XIX sobre nuestra Feria Real, Ontiveros da la enhorabuena a las autoridades civiles y militares, que este año han evitado robos y raterías tan habituales en estos eventos, así como las riñas y las consiguientes desgracias personales: "La feria de este pueblo va alcanzando mayor importancia cada año, y la terminada hoy puede asegurarse que en la concurrencia se aproxima a las que con tanto nombre se celebran en Baena y Cañete de las Torres. Es decir, que exceptuando la llamada de la Salud en Córdoba y las de los pueblos citados, no hay dentro de la provincia otras que se le igualen en el número de cabezas de ganado. Sin embargo, las transacciones no han estado en armonía con la concurrencia, pues de los datos y antecedentes que he podido adquirir resultan menos transacciones en el presente año que en el anterior, aunque las que se han verificado han sido a buenos precios.

                         El ganado de cerda se ha vendido desde treinta y nueve reales hasta cuarenta y tres reales la arroba.

                         Debido sin duda a las acertadas disposiciones de señor Alcalde, a la exquisita vigilancia de los dependientes de su autoridad, a la actividad del señor teniente de la Guardia civil jefe de línea y de la  fuerza que está a sus órdenes, no ha habido que lamentar los robos y raterías de otros años y por lo que general y desgraciadamente abundan en todos los grandes mercados, así como tampoco se han lamentado esas desgracias personales como heridos o muertos que casi siempre van acompañando a la aglomeración de persona de condición tan heterogénea.

                         Siempre es digno de alabanza el cumplimiento de un deber, y tanto más, cuanto mayor sea el bien que de él resulte. Así es que felicitamos al señor Alcalde por su buen acierto, lo mismo que al señor teniente de la benemérita por su celo y actividad.

                         Aunque digo al principio que la feria ha terminado hoy, es refiriéndome sólo al real, donde se exhibe el ganado para las transacciones, pues las tiendas continúan todas en su mismo sitio y  las calles Prim, Tras el Pósito y San Marcos, lo mismo que las plazas de la Constitución y del Palenque, están animadísimas y concurridas, hasta el extremo de que en algunas horas del día y de la noche difícilmente se puede transitar por algunos puntos de ellas. O[2].

                        Y como el año anterior, recalca la prolongación de la Feria: "Aún todavía quedan restos de la feria.

                         Tres tiendas continúan en su puesto haciendo buen negocio con las rifas que, siguiendo la costumbre, se establecen pasados los cuatro días primeros.

                         Debido a esto, se ve bastante concurrida durante la noche la calle Prim, que es la que aquí reemplaza a los paseos a causa de estar en el punto más céntrico de la población y hallarse en ella instalados los casinos y buenas casas de comercio. Ontiveros. 15 septiembre[3]".

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