POESÍA DE ENRIQUE ALCALÁ ORTIZ - Prieguenses en Asturias y Cantabria
15. AGRADECIMIENTOS, DESPEDIDA Y HASTA OTRO

© Enrique Alcalá Ortiz



Como las rosas de otoño

cuando pierden su color

el viaje ya es un recuerdo

dormitando en la emoción

de estos días tan felices

que el viento se los llevó.

Son imágenes pasadas,

mas sangre en el corazón

pues le darán savia al cuerpo

y a nuestros días calor.

Se han pasado, pero viven,

no están muertos, ¡no señor!

Vivirán con su misterio,

con su traje de ilusión

cada vez que las palabras

se nos transformen en voz.

Se han pasado, pero viven,

no son momias, ¡no señor!

 

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Debemos dar las gracias

al que esto nos consiguió:

a Rafael Sánchez Sánchez,

presidente y director,

por ser siempre tan amable

y su constante tesón

y que por sobrarle uno,

él en Priego nos dejó;

y a esas tres damas de encanto

que forman la dirección,

doñas Rosario y Antonia

y doña Visitación;

al que maneja las riendas,

es decir, al conductor

que estuvo dale que dale

atento a la conducción

y con sus buenos oficios

la vida nos conservó,

Pedro se llama este hombre

que es caballero y señor;

a la guía que nos guía

que tanto nos explicó

nuestras gracias encendidas,

nuestro deseo mejor

y por todas las molestias

le pedimos su perdón.

 

Para todos ellos pido

que vuestras manos, las dos,

hagan tan fuertes las palmas

a ver si se cae el sol...

 

Y con las gracias de todos,

mis gracias, por su atención,

y perdonen las molestias

de este torpe trovador...

Con un beso para ustedes

mi boca la cierro yo.

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EPÍLOGO

 

Se han pasado, pero viven,

no están muertos, ¡no señor!,

en el autobús estamos

¡el viaje no terminó!,

acabará cuando en Priego

¡cojamos el maletón! 

 

Asturias y Cantabria, del 17 al 22 de septiembre de 2001