POESÍA DE ENRIQUE ALCALÁ ORTIZ - A ritmo de muecas
08. LOS PERROS

© Enrique Alcalá Ortiz



Se tenderán en la distancia

esos galgos cazadores

que lamen las suelas de caucho importado.

Engomadas las lenguas,

babosos los labios

y con su voluntad ausente.

 

El hocico.

Chupópteros de las migas

que los burgueses le reclaman

para llevárselas a sus fincas

heredadas y enriquecidas.

Haciendas que se lograron

con sudores ajenos y estilo propio.

 

Mal pagados.

Inauditos en su extrañeza.

Sudores hambrientos

que secan las pieles.

Fatigas de obreros sedientos

que vendieron su sangre,

que vendieron su cuerpo,

que vendieron su alma,

su honor,

su miseria,

su tiempo,

sus ganas,

su forma extrañada.

Todo lo vendieron

por salarios de ruina, de mendigos, de puercos.

 

Hambre de perro

que mea en sendas empedradas

y ladra a los luceros

para espantar a las hormigas.

(Las hormigas son enemigos de los canes,

porque comen la comida que ellos dejan

cuando abultados los buches y ahíto el estómago

lamen afeminadas manos

dueñas de almacén,

de sobres de nómina

y salario mínimo.)

 

Los capitales reclaman a los perros

para que cuiden las minas

de los boletines oficiales.

Sin ellos se perderían

e irían a parar

a una carnicería que los  usaría

para vestir huesos de pobres.

La carne es para los chuchos

del capital engomado

lo que el lápiz a la mano:

otro dedo.

Por eso agarran tanto

esas manos de seis dedos.

Quitadle el dedo que le sobra

y será como la arcilla

del alfarero:

materia bruta para pisar.

Sólo servirá para eso.

 

La rebelión de los collares

saltará algún día

y convertirá a los villanos viejos

en cachorros ladradores

que romperán las garantías

del poder opresivo.

Con los bozales

harán corbatas

para regalárselas a las novias

y éstas las lucirán en las orejas

y las guardarán

en sus relojes de goma.

 

Habrán dejado

de ser manada

para convertirse en jauría.

 

Luego,

energúmenos de cabezas algodonosas

llevarán con recuas

los hilos para tejer

los aullidos

que lanzan los perros

que duermen en las acequias.

Las fases de la luna

serán una cinta de magnetófono

y ya no podrán lanzarse plataformas

para criar lombrices sociales de tierra.