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La de castañuelas y hondo cante,
la de sardanas, la gaita y la jota,
la de tradición cristiana no rota
conservando su espíritu triunfante.
En tus páginas, la extensa historia
hace relucir ingentes grandezas
y setenta veces siete las proezas
de aquel Abrahán en el monte Moria.
¡España!
Invadida y de recuerdos preñada
desde el río, el mar, la verde pradera,
el monte, el valle fértil, la ladera,
el pico, la huerta amada o la cañada.
Defendiendo siempre la fe cristiana
y una unidad de universal destino,
has pasado lo humano a lo divino,
las grandezas que de tus hombres mana.
¡España!
¡Salve a ti!, ilusa, pues con tu firmeza
en tus costumbres y tus tradiciones
has conseguido justos galardones
que sirven para adornar tu proeza.
La tierra rotundamente publica
gloria a tus hombres justos y a tu raza,
y con esto su porvenir amasa
la Patria que a sus hijos santifica.
[1] Escrita en los años del franquismo. Es prueba evidente del poder de deformación mental.