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No se trata de pensar
signáculos que no sé;
ni sentires que no entiendo.
Es mi mono mi no ser.
Sin pensar
quiero hacer mi trabalenguas,
mis cosas, mi contestar.
Ya se menguan.
O se crecen esos monos
de bendita somnolencia
que me anulan la conciencia
dándome esos grises tonos
que me pierden. Mi sentido
ya sumido,
anulado,
sepultado.
Sin existencia total.
Y con toda plenitud.
Y sin cómos que explicar,
que den luz.
Expresando los siguientes
consecuentes,
con los habientes pasados
de análisis sepultados
en convergencias convexas
de recursos negativos,
de ideas inconexas
y los deseos más vivos.
Mi mono que me tarumba
en este nublado trote,
me tiene tan en el bote
que al final será la tumba.
O el cielo
en el que ahora estoy viviendo
con este humeante vuelo
de este porro tan horrendo.