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Dedicada a dos Marías:
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Virgen de la Cabeza,
sonríe la cara:
tu romería se hace
de madrugada.
Con las estrellas
se perfuma esta imagen
en su carreta.
Todo Priego la adora
en la romería;
su frescor se esparce
por las encinas.
Suenan misterios
en la misa cantada
por los rocieros.
Vuelan las palmas
como besos que dan
todas las almas.
Suben la cuesta
y dentro de la ermita
los fieles rezan.
De una ermita a otra
va la pastora,
arropada en romeros
a cualquier hora.
Largo camino
que recorren dichosos
los peregrinos.
Allí le rezan
a su divina Virgen
de la Cabeza.
Durante la jornada,
sobre su manto
plegarias fervorosas
forman un ramo.
De la comarca
acuden los devotos
con sus plegarias.
El culto de esta imagen
hoy lo pregona
la gran voz femenina,
de una señora.
Es un portento,
una María canta
en este templo.
Brillan en Mari Aranda
muchos perfiles;
ya que en su vida pone
variados fines.
Tiene familia,
esposo e hijos
a los que cuida.
Tiene su empleo
que desempeña siempre
con gran esmero.
De la coral
es ella presidenta
por unanimidad.
Variadas hermandades
y agrupaciones
la tienen todo el día
en sus reuniones.
Fuerte mensaje
que lanza sin desmayo
a su linaje.
Un buen ejemplo
donde se espantan los ojos
de nuestro pueblo.
Escuchemos atentos
frases sinceras
que con ilusión trae
la pregonera.
Sones de cielo,
cada frase contiene
amor del bueno.
Bellas palabras
de un collar que os ofrece...
María Aranda[1].
[1] Iglesia de la Virgen de la Cabeza.Priego, 9 de junio de 1995.