POESÍA DE ENRIQUE ALCALÁ ORTIZ - Aplausos cumplidos
11. UN SEÑOR CONCEJAL O UN CONCEJAL, SEÑOR
A Arturo Matilla Hernández.

© Enrique Alcalá Ortiz



 

Como una tarta frutal

con sabor a caramelo

o tocinillo de cielo

o de jalea real;

como aquel pan candeal

de nuestros años mejores.

Esos serán los sabores

que tu gestión ha dejado,

pues, Arturo, andas sobrado

del porte de los señores.

 

Aprobó la asignatura

con nota sobresaliente,

porque fue lucidamente

concejal de gran altura.

Engrandeció la cultura

con un celo apasionado,

ya que más que Delegado,

nuestro Arturo Matilla

fue de una forma sencilla

todo un gran JEFE DE ESTADO.

 

Lo tuvimos de jornada

y con vigor incansable,

con esa sonrisa amable

que le emerge en cascada.

Ha dado la campanada

su gestión en patronatos:

supo cocinar los platos

de Victorias y Nicetos,

de empleados y decretos,

de pintores y literatos.

 

En los lienzos del castillo

de la época medieval

han de poner un mural

con un lema muy sencillo:

?FUE CONCEJAL, NO CAUDILLO...

PERO SUPO TRABAJAR?

Mientras se va a descansar

su gestión la celebramos,

y muchas gracias le damos,

                   a él y a María del Mar[1]


[1] Dedicada al ex concejal de Cultura, Arturo Matilla Hernández con motivo de su cese, el día de la comida de despedida el día 10 de mayo de 2003.