PRIEGUENSES EN LA HISTORIA - Percy en Adarve. (Sátira y humor)
22. ANTOLOGÍA DE PERCY. (José Madrid Mira-Perceval) (XVIII)
Con las poesías: "Las moscas", "A mi buen amigo Pecy", "A mi amigo Antonio Aguilera", "Digno de admiración".

© Enrique Alcalá Ortiz 



 

         COMO LAS MOSCAS

 

Un andaluz, que es viajante,

de telas de Sabadell,

lo mandaron por Levante

para tratar de vender

cuanto hiciera el fabricante.

 

Buscando buena clientela

llegó a una población,

a la ciudad de Orihuela;

y, ¡oh fatal desilusión!,

no vendió un metro de tela.

 

Sigue su ruta adelante

con el mismo resultado;

recorre todo Alicante...

¡hombre no se ha estrenado

y eso que es un gran viajante!

 

Por fin visita a un tendero

en que pone su ilusión,

pues este es un compañero

que en el mismo batallón

los dos juntitos sirvieron.

 

?Te ofrezco mi mercancía;

lo que llevo aquí son roscas.

?Con gusto te compraría

 pero sois como las moscas

que acuden más cada día.

 

?Permíteme que me ría

pues llevas mucha razón:

¡Son más moscas cada día,

unas encuentran turrón

y otras sólo porquería![1]

 

 

   A MI BUEN AMIGO PERCY

 

Me siento un poco ofendido

y te debo perdonar,

pues tu forma de rimar

no es la de hombre entendido.

 

Tú vas poniendo y quitando

y vas diciendo «el yo tuyo»,

sin ver el cual, quien y cuyo

que te va desprestigiando.

 

Un pecado has cometido,

hacer burla de defectos,

más luego son los efectos

los que en ti han coincidido.

 

No tengo larga la cola,

la lujuria en mí no existe,

ave rapaz me dijiste,

y tu broma fue mi chola.

 

Te doy las gracias por todo,

en mí queda el desenfado:

juntemos codo con codo

y un Percy de nuestro agrado

al trinque y eliminado[2].

 

Antonio Aguilera

 

 

A MI AMIGO ANTONIO AGUILERA

 

¿Te acuerdas tú que a mí un día

me dijiste por la tarde,

que mucho te agradaría

escribiese en el ADARVE

de ti alguna tontería?

 

Como te lo prometí,

yo lo hice sin tardanza,

sin pensar, ¡pobre de mi!,

que una tan simple semblanza

te cayese mal a ti.

 

Perdón te pido por eso,

humildemente postrado,

pero..., ¿quién ha sido el hueso

que los versos me ha «sacado»?

De bilis está poseso.

 

Por su factura, su corte

y su satírica chanza,

no lo escribió D. Quijote,

más bien sería Sancho Panza

o un amante del «gañote».

 

Me hicieron tanto reír

que terminé con anguria.

¿Me quieres tú a mí decir

por qué mete la lujuria

sin venir a cuento allí?

 

En fin, eso son tontadas.

Terminado el incidente,

aquí no ha pasado nada,

y perdono al escribiente

que compuso esta bobada[3].

 

 

 DIGNO DE ADMIRACIÓN

             Por Rafael de la Rosa

 

A la preclara inteligencia

de D. José Madrid,

de la sátira ardid,

de la lírica diligencia.

 

Del Quijote que leí,

al de la Triste admiré,

la panza nunca llené

ni el gañote percibí.

 

Bobada viene de bobo,

soy gracioso de las farsas;

el calamar en su salsa

no puede pedir adobo.

 

Un hombre que es lujurioso

en castellano es un mico,

y por eso se lo indico,

o el diccionario es ocioso.

 

De qué dicha estoy gozando

que yo sin saber rimar,

escribiente nada más,

a un grande estoy contestando.

 

De paso yo por Madrid,

a Salamanca llegué,

su Universidad no vi,

estudios no practiqué.

 

No más aficionado

y con esta mi opinión

mi voz a todo pulmón

proclamo que su rimado

es digno de admiración[4].



[1] ?Adarve?, número 157, 2 de octubre de 1955.

[2] ?Adarve?, número 157,  2 de octubre de 1955.

[3] ?Adarve?, número 158, 9 de octubre de 1955.

[4] ?Adarve?, número 159, 16 de octubre de 1955.