Historia de Priego de Andalucía - La Feria Real durante los años republicanos
07. UNA CORRIDA PARA LA HISTORIA
Descripción de la corrida del año 1932.



© Enrique Alcalá Ortiz

 

            ?LA CORRIDA DE TOROS.- A las cuatro y media de la tarde empezó la corrida de toros, en la que los diestros Marcial Lalanda, Manolo Bienvenida y Domingo Ortega lidiaron reses de la ganadería de don Manuel Arranz, procedente de la del Conde de la Corte.

            La entrada fue floja lo mismo en la sombra que en el sol.

            Los toros resultaron bravos, pero en general muy pequeños, por lo cual el público protestó ruidosamente en varias ocasiones.

            Lalanda, en su primero estuvo bien en quites y le dio buenos pases, pero no le acompañó la fortuna con el acero y pinchó feamente, siendo silbado.

            Marcial, en su segundo, que era pequeñísimo, nada hizo digno de mención con el capote y la muleta y lo despachó de media estocada.

            Manolo Bienvenida en su primero se lució en quites; hizo una gran faena de muleta, dando pases superiores, de rodillas, y sentado en el estribo y lo mató de una magnífica estocada que hizo innecesaria la puntilla. (Ovación, las dos orejas, el rabo y vuelta al ruedo).

            Manolo, en su segundo, quedó bien en quites. Lo banderilleó sufriendo una cogida muy aparatosa, que impresionó hondamente al público, pero de la que resultó, por fortuna, ileso. En la muerte sólo quedó regular.

            Domingo Ortega, en su primero, se lució en quites; hizo una gran faena de muleta y echó a rodar a su enemigo de una soberbia estocada.

            Se le concedieron las dos orejas y el rabo y dio la vuelta al ruedo en medio de una gran ovación.

            En su segundo quedó muy bien y lo mandó al desolladero de una buena estocada.

            Los tres matadores brindaron su primer toro al presidente de la República, que obsequió a cada uno con una alhaja encerrada en un estuche.

            Ortega también brindó su segundo a la señora del Jefe del Estado, que le envío asimismo un obsequio.

            El héroe de la tarde fue Manolo Bienvenida y en cambio Lalanda sufrió un fracaso[1]?.



[1] DIARIO DE CÓRDOBA: La corrida de toros, número 29295, del 3 de septiembre de 1932.