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La creación del Instituto Laboral fue un maná providencial que llegó a
Desde el primer momento y durante varias décadas los profesores del Instituto Técnico de Enseñanza Media de Priego de Córdoba, la mayoría de ellos contratados, se mostraron sumamente activos. Su dedicación a su centro de enseñanza estuvo muy lejos de dar sus clases y marcharse a casa hasta el otro día. Unos a otros se fueron motivando para crear lo que visto en su conjunto se puede considerar como una verdadera universidad de adultos. Cada departamento a lo largo de diferentes años creó sus propias actividades que incidieron de una forma muy positiva en la escasa formación que la comunidad había recibido. Sólo a título de ejemplo citaremos algunos de los innumerables cursos impartidos: "teórico-práctico para mecánicos y conductores", sobre "Fisiopatología y terapéutica agrícola", "programa de labores para cursos de Extensión Cultural", "Corte y Confección", actividades deportivas, teatro guiñol, "sobre Sociología", "La mujer y la literatura", "monográfico para mecánicos", "torneros y fresadores"; curso sobre "Conceptos prácticos sobre el dibujo y la pintura como medio de expresión espiritual", "Economía doméstica", "Tractoristas mecánicos y conductores de automóvil", varias actividades nocturnas: cátedra ambulante, ciclo de conferencias, viajes de estudios, conferencias en el extrarradio, exposiciones de pintura, premios a los mejores alumnos, ejercicios espirituales y un largo, variado y extenso etcétera.
Su labor editorial se concretizó en la publicación de las "Memorias" del curso y la publicación de un periódico llamado "Inquietud" que se unió al semanario "Adarve" aparecido en 1952 como una labor de la "Sección de Literatura y Bellas Artes del Casino de Priego".
En este contexto, nace la emisora del Instituto como una parte más de estos proyectos cuyo objetivo prioritario será elevar el nivel cultural de la comarca prieguense. La emisora pues se crea con inquietudes culturales y son sus mismos profesores quienes se encargan de su gestión y programación, si bien con el tiempo y con el crecimiento tuvieron que echar mano de técnicos y personal administrativo. Los profesores, como hemos visto, elaboran sus propios programas y lecciones y el claustro aprueba un ambicioso proyecto de bachillerato radiofónico, iniciativa inédita en la que pusieron muchas esperanzas que resultaron frustradas por falta de recursos financieros.
Con el tiempo, y en vista de la acogida tan extraordinaria que tuvieron, los objetivos estrictamente didácticos se fueron difuminando para dar paso a los recreativos logrando crear en la comarca un numeroso auditorio que seguía su programación de una manera entusiasta. Las campañas de Navidad para recaudar fondos eran seguidas por todo Priego y aldeas. Consiguieron amontonar cantidades exorbitantes para la época. Francisco Tejero y Carmela Millán, los locutores que más tiempo estuvieron trabajando, se hicieron famosos y queridos en toda la comarca. Sus voces fueron plato cotidiano en todas las casas. Debemos significar que son unos años en los cuales la televisión no había aparecido, y la radio, en un pueblo que leía pocos periódicos y menos libros, polarizaba prácticamente la atención de numerosos oyentes durante muchas horas del día y de la noche, era el entretenimiento rey como hoy es la televisión.
Los prieguenses y pueblos de la comarca, de estar huérfanos de información local, pasaron a mediados de los cincuenta a contar con un periódico semanal y con una emisora diaria con emisiones de tarde y noche. Algo insólito y extraordinario en los anales de la historia de la localidad. Desde luego, los efectos beneficiosos en ésta tenían que verse a la larga.
Con razón, por aquellos años, argumentaban sus mentores de esta forma: "Priego se encuentra situado a 98 kilómetros de la capital. Nuestra estación era una de las que tenía mejor audición, hasta hace muy poco tiempo. Además, la población diseminada fuera del ambiente local, gusta de conocer y de oír sus propios problemas. En el radio de acción de nuestra emisora, que abarca aproximadamente unos 15 kilómetros se sintoniza esta emisora casi exclusivamente. Gracias a ella se ha generalizado el uso de los aparatos de radio en el campo, y la gente se ha volcado sobre nosotros con una acogida unánime. Se ha conseguido en programas cara al público, tener bloqueada la red telefónica por la gran animación que existía entre el pueblo en épocas de las campañas anteriormente aludidas".
Pero desgraciadamente, casi al mismo tiempo, con la llegada de la década de los setenta, al igual que desapareció la industria textil, por diversos motivos, estos medios de información, si bien mediatizados y controlados por la censura oficial, desaparecieron dejando a lectores y oyentes desamparados. Hasta años más tarde, ya en plena democracia, para goce de todos, apareció de nuevo "Adarve" que seguía siendo una iniciativa sin interés económico, y nuevas emisoras, pero esta vez como proyectos de empresas privadas, bien locales o de ámbito nacional.