Poemas a Priego - Poesía
LA CRUZ DE LAS MUJERES
Domingo Arjona Casado, sacerdote nos cuenta en verso el luctuoso suceso acaecido en el lugar llamado hoy "La Cruz de las Mujeres".

Por Domingo Arjona Casado



              I

En la ya casi olvidada

del parral la Rinconada[1]

reina un jolgorio sin par:

por eso Elvira y Pilar

aderezan su morada.

 

Todo en la broma se inspira,

que quien ha de presidir

ignoraba cual se suspira,

pues que Pilar como Elvira,

tan sólo saben reír. 

II

Pero cesó la función,

y al final la despedida,

queda, extraña la razón

muda como un panteón

la calleja sin salida.

 

            De entonces prende el pesar

en las hermanas la ira,

y Elvira como Pilar,

tanto Pilar como Elvira,

tan sólo saben llorar. 

                   III

            Una mañana el destino

pierde por último el tino,

y hacen de gentes curiosas

coronarse las fragosas

cumbres del monte vecino?

 

            -¡Qué pasa!- clama a los cielos-

-¡Dos cadáveres! - ¡Ve y velos!

¡Elvira y Pilar, de suerte,

que entre la vida y la muerte

nadan en sangre de celos!...

 

            Si el cielo, niña, clemente

hace que hasta aquí vinieres

lleva tu vista a Occidente

aquella luz refulgente

es la cruz de las mujeres[2].

 



[1] Una calle perteneciente al barrio de San Francisco de Priego.

[2] Adarve, 26-1-1956. Número 178. Año V. Página 6.