Poemas a Priego - Poesía
LA CRUZ DE LAS MUJERES
Famoso romance de Heliodoro Ceballos Velasco sobre un triste suceso acaecido en Priego en el siglo XIX.

Por Heliodoro Ceballos Velasco



 Entre verde olivares

y un monte cercano a Priego,

con su trágica leyenda

se yergue una cruz de yeso.

Manos piadosas encienden,

diariamente el recuerdo

de dos jóvenes corazones

que de amores se prendieron

en las redes del hechizo

de un mocito pinturero.

¡Es la Cruz de las Mujeres!

Historia de Amor y celos.

Sendas navajas, que, ansiosas

en carne moza se hundieron.

 

Era Rosa una morena

rival de sol y del fuego,

y era Consuelo una rubia

con ojos color de cielo,

tan blanca como un suspiro,

tan limpia como un lucero.

¡Y la rubia y la morena

eran orgullo de Priego!

Como tiernas mariposas,

sus corazones ingenuos,

por un apuesto galán

al unísono latieron

y en la pira del Amor

sus almas se derritieron.

Era el galán un buen mozo,

alegre y dicharachero.

Veinte abriles en la cédula

y anillos mil en el pelo.

Simpaticón y gallardo

y, cual don Juan, mujeriego.

 

Entre verdes olivares

y un monte cercano a Priego,

retozón y cantarino

corría alegre un arroyuelo

que a las mujeres servía

de círculo y lavadero.

Quiso el Destino, señor

de lo malo y de lo bueno,

que en aquella tarde azul

del azulado febrero,

dejasen solas lavando

a la Rosa y la Consuelo.

Mientras lavaban, calladas,

¿qué fatales pensamientos

cruzaban, huracanados,

por aquellos dos cerebros?

¡Pobres niñas, caminantes,

por Amor, hacia el infierno!

Indiferente, la tarde

lanzaba su adiós postrero

y la noche, cautamente,

iba extendiendo sus velos.

En silencio, las muchachas

sus lindos cuerpos irguieron

y en sus ojos ¡tan hermosos!

brotaron odios y anhelos.

En sus diestras, bravamente,

las navajas relucieron?

y las linfas cristalinas

del cantarino arroyuelo,

en sus encajes de plata

llevaron, como un trofeo,

la sangre tibia y ardiente

de dos que morían de celos.

 

Caminante, enamorado

de lo trágico y lo bello:

si paseas la carretera

que de Cabra llega a Priego,

no soslaye tu mirada

esa humilde cruz de yeso.

¡Qué es la Cruz de las Mujeres!

Historia de amor y celos.

Dos navajas que brillaron

y en carne moza se hundieron.