TEMAS VARIADOS - Creación literaria y opinión
ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DEFIENDEN MI DOLOR. (Antenas)
Diatriba contra las antenas de telefonía móvil instaladas dentro de los núcleos de población.

                                   © Enrique Alcalá Ortiz



 

    V

iki, la hija de mi amigo Paulino Muñoz, me pasó el otro día debajo de la puerta un cartel invitándome a una charla programada por ?Ecologistas en Acción? que se iba a celebrar sobre la instalación de antenas de telefonía móvil y esto porque le había dicho que desde que instalaron lo que existe enfrente de la iglesia de las Mercedes, me ha aparecido un dolor intermitente de cabeza, unas migrañas malditas que me quitan el sosiego y como siga así acabaré haciendo ricos a los propietarios de las fábricas de ácido acetilsalicílico. 

                De la asociación Anass (Asociación Naturalista de las Sierras Subbéticas), ya tenía noticias de su existencia y de sus acciones por los periódicos y por la radio. Tienen una junta directiva formada por secretario (secretaria en este caso que es Viki), tesorero y vocales. Son un pequeño grupo de jóvenes con más ilusiones que medios. Pero luchan por sus ideales y esto siempre es admirable. 

                Viki presenta al ecologista que nos viene de Fernán Núñez con veinte minutos de retraso, se excusa: ?Es muy difícil aparcar en Priego.? ¿Y donde es fácil? Es un hombre joven, dirigente de una plataforma de ciudadanos aparecida en su pueblo que se han integrado en una provincial con el objetivo específico de que las antenas móviles se instalen fuera de las poblaciones. 

                Su exposición, muy documentada, es casi un currículo de la lucha planteada por algunos colectivos de ciudadanos contra el gigantesco poderío y potencia de las grandes compañías de telefonía. Todo un combate de David adolescente contra Goliat. Hasta ahora no se ha encontrado la piedra mágica que haga que los ?goliats? den en tierra con su cuerpo. Nos expone en primer lugar el efecto pernicioso de las antenas y sus ondas electromagnéticas como es el insomnio, dolor de cabeza (esto es lo que me pasa a mí), enfermedades cardíacas y leucemia, todo comprobado por prestigiosas universidades europeas y americanas. Y como existe en España, (en el ámbito del Estado, de las comunidades autonómicas y de municipios) un vacío legislativo sobre el particular, lo que hace que estos monstruos del poderío económico te instalen la antena (previo pago a los propietarios del inmueble de una buena renta anual) y después se acuerden de pedir permiso. Visto el incipiente movimiento ciudadano y las denuncias en los juzgados, el Gobierno Central piensa publicar un decreto-ley para regular en todo el territorio nacional el asunto de instalación de antenas. Ante este panorama, nos dice, que es necesaria la lucha ciudadana, las acciones son indispensables, a nivel de calle y de juzgado, así ya hay 80 municipios españoles que rechazan estas instalaciones dentro de su casco urbano, pero queda mucho camino por recorrer. Termina detallando algunas denuncias que han prosperado en los juzgados y que han logrado sentar un precedente. 

                En el diálogo abierto, Francisco del Caño, Concejal de Izquierda Unida, nos cuenta el estado de la cuestión en Priego donde hay cuatro antenas instaladas y solamente una está legalizada por el Ayuntamiento, así que las demás son totalmente ilegales. Sobre la que a mí me molesta, hubo en su día un decreto de paralización y ahora existe otro de derribo. Hasta ahora sin efectividad alguna. Se ven que no son decretos, sino decretillos, papeles mojados, meadas de perros o cagadas de pájaros El grupo de Izquierda Unida (formado por un solo miembro), presentó hace unos meses un proyecto de ordenación sobre el particular (copiado de Fernán Núñez, Montilla y Granada)  y según sus manifestaciones pasará por el pleno de la Corporación con buenas perspectivas de que sea aprobado. Posteriormente, nos dice el Concejal, pondrá en ejecución los decretos de marras para que las tres antenas ilegales (la del Calvario, Palenque y Carrera de las Monjas) sean trasladadas a casi un kilómetro del casco urbano. En eso estamos. Como no se trataba de una procesión, ni de santos, ni de vida después de la vida, ni de la gloria, ni del infierno, asistimos un total de veinte personas.  

                Es sorprendente, pero triste, darse cuenta que estamos más preocupados de la vida ultraterrena que de ésta que vivimos, y que con antenas de campos electromagnéticas padecemos. Nos invitaron a una fiesta en Fernán Núñez y a una manifestación en Córdoba el día 17. En ese día estaremos en la playa. Con razón decía el ponente que cualquier plataforma cuesta mucho esfuerzo moverla. La gente permanecemos sentada, somos más espectadores. Para que no sea así, he quedado en celebrar un encuentro en la radio para hablar sobre el particular y hacer unas instancias, de las que haremos muchas fotocopias para darlas a los vecinos y entregarlas en el Ayuntamiento. Proyectos.