TEMAS VARIADOS - Creación literaria y opinión
POESÍA ERES TÚ. (Literatura)
Evocando la figura del inmortal Gustavo Adolfo Bécquer.

                                              © Enrique Alcalá Ortiz



 

C

uenta una leyenda apócrifa que una tarde de otoño, en las horas del atardecer, cuando las musas guardan sus arpas en el arrebol del cielo, estaba Gustavo Adolfo Bécquer en el parque de María Luisa de Sevilla. Sentado en un banco de madera, se dedicaba a componer lo que más tarde serían sus famosas rimas. Precisamente, iba por la 15, que es un número con muchas connotaciones poéticas. 

                Mientras se gozaba como se solazaban dos golondrinas en el borde de una pila de piedra, -aún no había escrito su famosa que empieza "Volverán las oscuras golondrinas"- una pelota de trapo de fabricación casera le dio en el brazo, y el lápiz que se hiciera famoso por la mano que lo blandiera, no por la autoría de su fabricación, puesto que era alemán, cayó al suelo. 

                Después de recoger el pincel de sus palabras, o sea el lápiz, vio como se le acercaba una doncella vestida con una larga falda estampada con hojas de parra, calzada con botines abotonados y tocada con un gorrito de panadera con numerosas cintas entrelazadas. Los caracoles de su pelo denotaban su procedencia de niña educada en un colegio de pago. Su aspecto publicaba una edad de 15 años, que es una edad con muchas connotaciones poéticas, y de otras especies, como ya he dicho antes. 

                La mocita, sin miedo, porque a los poetas nadie le guarda el respeto, y con un desparpajo propio de finales del siglo XX y no del XIX época de esta historieta, la mocita, repito, le pidió disculpas aprendidas y finolis, que el trovador aceptó, mientras sacudía el lápiz para quitarle la prosaica suciedad adherida a su superficie. 

                               Cuando la niña ya se iba, al ver la letra de escribano en líneas cortadas, se dio cuenta que estaba ante un vate. 

                - Vate,- le dijo con su acento ya casi autonómico- ¿qué es poesía? 

                Gustavo Adolfo, se mordió los labios, él usaba las palabras, pero nunca escribió las definiciones de la Real Academia de la Lengua. Miró la fuente para hacer tiempo, mientras buscaba una respuesta. Las golondrinas habían desaparecido aburridas, esperando que le hiciera su famoso poema. Miró de nuevo a la adolescente y, ¡¡eureka!!, le salió el Bécquer que llevaba dentro. Con aire de triunfo no contaminado aún, exclamó: 

                -¡Poesía eres tú!  

                Aquí termina la historia, porque ya se hizo de noche, y la censura de entonces no permitía contar escenas a oscuras.              

 

                Poesía eres tú.  

                Sintagma que hoy hago extensivo a todas las mujeres que nos acompañan, sean o no esposas de cronistas, a las que en esta jornada memorable hemos hecho sujetos de nuestros reconocimientos y homenajes. Y en este punto me detengo, en el sujeto, en este caso sujetas, para enmendarle humildemente la plana a nuestro poeta más romántico. Veamos: 

                Poesía eres tú. Oración copulativa. Sujeto: poesía; predicado nominal o atributo: eres tú. O sea, que repito, poesía es el sujeto. Y tú, en este caso vosotras las mujeres de los cronistas, el complemento.  

                Y esto no me gusta. No es justo. No va con los tiempos que vivimos. Yo no os valoro así. No os quiero de complemento de la oración, sino que para mí sois el sujeto que es quien realiza la acción del verbo. Así que en vez de "poesía eres tú", la frase corregida que os hace justicia es justamente al revés. Desechamos pues ese poesía eres tú, y la cambiamos por... tú eres poesía. Que ampliado en su plural gramatical quedaría así: Vosotras sois poesía. 

                Y siendo vosotras poesía, es inútil escribir poemas, porque mi verso eres tú y en ti versifico. Que ampliados en su plural, esta vez no es gramatical, quedaría así: Vosotras sois el verso de los cronistas, que ellos versifican cuando llega la musa... o la ocasión. 

                Por estas razones, he hecho este poema:  

N

o escribo poesías...,

las sueño contigo. 

De piedra se hicieron

los poemas de chico,

los poemas antiguos

que nunca te he dicho.

Aquel magma amorfo

se ha endurecido. 

No escribo poesías...,

ahora las vivo. 

Aquellas leyendas,

-mis versos antiguos-,

no son el presente

ni el futuro que sigo. 

Son algo pasado,

un sueño perdido.

 

No escribo poesías...,

las hago contigo.

 

La sed de deseos

creó hoy gran río

bañado con ansias

que ya se han cumplido,

por donde navega

mi verso cautivo.

 

¡No escribo poesías,

no escribo, no escribo.

Mi verso eres tú

y en ti versifico!