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Este día estuve bailando con mi mujer en el Salón Linares-Rinconcillo II en una gran gala del ?Día de los enamorados? donde a partir de las diez de la noche tocaban ?Los Rocking?s?. Por el nombre puede uno pensar que se trata de un conjunto de rokeros llegados de Liverpool que han venido a beber las aguas de ?La Pandueca? y de camino a darle al decibelio. Pero nada más lejos de la realidad. La melomanía desatada por ?The Beatles?, -éstos sí son verdaderos ingleses- en la década de los sesenta consiguió que su estilo fuera copiado en todo el mundo. Sus ropas, sus melenas, sus canciones. Aquí en Priego no podíamos quedarnos atrás y surgió, en el mismo
Desde esa última fecha han pasado más de tres décadas y aunque la música de las canciones aquellas permanece igual en las partituras amarillentas y en los discos de pasta y vinilo, tanto los músicos como los que vivíamos años jóvenes en su primera época, teníamos en nuestros cuerpos las marcas de los días pasados por nuestros cuerpos. Me refiero a las canas, las arrugas, las calvas completas o incipientes y los quilos de más, accidentes temporales estos que no fueron obstáculo para que con la ayuda de un batería nuevo y un pianista joven (de Cabra), supiesen de nuevo transportarnos con sus ritmos a aquellos tiempos. Susurrábamos su música, mientras danzábamos. Hasta las cuatro de la mañana, con sus descansos correspondientes para alzar el codo. Cumplieron lo que ellos ofrecían en su propaganda: ?¡Disfruta con canciones de ayer y de hoy!?
La entrada costaba 1500 pesetas por persona con derecho a consumición y sándwich caliente. El sándwich resultó ser un pequeño triángulo de pan ?Bimbo? con un trocito de jamón ?york? dentro. Caliente sí estaba. ¡Pero bueno, allí habíamos ido a bailar!