© Enrique Alcalá Ortiz
Esta dinámica llegó bien pronto a su fin. La última actuación de Fred tuvo lugar en la iglesia de San Juan de Dios en un concierto emotivo de despedida. Hacía el número catorce de sus actuaciones. Se habían invitado al anterior director y presidente para que fueran ellos, puesto que lo contrataron, los que hicieran entrega de una batuta con empuñadura de plata que
El comienzo del acto, Enrique Alcalá pronunció estas palabras: ?Dicen que todas las despedidas son tristes y que cuando un amigo se va algo se muere en el alma, porque como cuenta la canción va dejando una huella que no se puede borrar. El que escribió estas frases sabía mucho de despedidas y acertó en parte cuando algo querido se nos marcha lejos.
Digo que acertó en parte porque con Fred Thayer algo no se nos muere en el alma, sino que algo nos nació en el alma.
En el año 1492 Cristóbal Colón con un puñado de españoles y en nombre de la corona de España, en tres barquitos de madera y desde Huelva llegó a la isla llamada posteriormente San Salvador y comenzó un proceso que se llamó la conquista y colonización de América. Las armas y la cruz culminaron ese proceso.
Casi 500 años más tarde se produjo otra conquista, pero en el caso inverso. Un americano alto, espigado, atlético, con un número de calzado desmesuradamente grande, de esa Córdoba de los Califas y del Alcázar de los Reyes Cristianos, nos llegó para devolvernos la visita de la conquista. Esta vez no traía armas ni hábitos. Su viaje semanal, no en barco, sino en autobús, estaba defendido por un pequeño petate y una cartera negra donde traía toda su riqueza: unas partituras de música. Llegó a este continente llamado
Durante estos meses que nos ha dirigido hemos tenido ocasión de verlo actuar en las semanas de Navidad y día de Andalucía. Y en el mes de mayo que para todos ha sido de locura. Siete actuaciones el mes pasado, desde motetes, misa de Gómez Navarro y la de Perossi, donde se alcanzó la cumbre el día de
Poco a poco algo nos nacía en el alma. Podría ser la admiración de un hombre que se entregaba con todas sus fuerzas a enseñar lo que él tan dentro lleva.
Yo en nombre de todos quiero pedirle perdón y compresión por los innumerables defectos e imperfecciones de los que adolecemos los andaluces. Para él muchos de nuestros planteamientos se les escapan a la compresión y muchas veces se sorprende. No obstante, en este año sabático, que ha compartido con nosotros, creo que a él también algo le habrá nacido en el alma.
Como prueba de cariño, admiración y agradecimiento pido unos fuertes aplausos para este amigo que se nos va?.
Seguidamente los anteriores presidentes, Francisco Durán Alcalá y director Antonio López Serrano procedieron a entregarle un recuerdo a nuestro director.
Ya más relajados, se celebró una comida en la casa de campo que el matrimonio Antonio Navas y María Isabel Aranda tienen en
En unas declaraciones Fred Thayer comentaría: ?Los miembros de