Historia de Priego de Andalucía - Carnavales en Priego
04. PROHIBIDO ARROJAR OBJETOS DESDE LOS BALCONES
Nuevos edictos de la Alcaldía sobre los carnavales del XIX.



 

© Enrique Alcalá Ortiz

 

        

         El año 1885 será de sequía informativa, respecto a los bandos. Parece como si después de tantos como se habían publicado el año anterior, los vecinos acabaron por aprendérselos y ya no era necesario hacer nuevos dispendios públicos y pagas al pregonero voceador.

         Será en 1886 cuando nos encontramos otro edicto, en esta ocasión con algunas novedades muy significativas. Veamos: ?D. Félix Pérez Luque, primer Teniente Alcalde y Alcalde interino del Ayuntamiento de esta ciudad.

         Aproximándose los días de Carnaval y deseando que el público se divierta sin traspasar los límites de las leyes ni faltar a la cultura de una población tan mejorada como ésta, hago saber:

         Primero. Queda prohibido vestir traje de la religión, de militar, de magistrado de los tribunales, de la nación, de caballeros de las órdenes militares y con cualquier otro uniforme que usen las clases del Estado.

         Segundo. Se prohíbe igualmente proferir expresiones deshonestas que ofendan la moral y las buenas costumbres de este pueblo.

         Tercero. No se permite arrojar desde las calles, balcones, ventanas, objeto que puedan hacer daño o perjudicar de algún modo a los transeúntes o personas que se concentren en sus tiendas o asomadas en algún punto.

         Cuarto. Nadie podrá llevar armas de fuego o blancas, ni ocultas no ostensiblemente.

         Quinto. No podrá andarse por las calles con careta después del toque de oraciones.

         Sexto. Y finalmente se prohíbe también llevar pendones con caricaturas o alegorías escandalosas, o que representen escenas políticas excitando los mismos.

         Séptimo. Los dependientes de la autoridad procederán a la detención inmediata de las máscaras que falten de algún modo a las prescripciones de este bando, dándome parte sin pérdida de tiempo de cuanto ocurra para el castigo de los contraventores?[1].

         En este año nos encontramos un nuevo bando fijando la hora de cierre de las tabernas y cafés para el invierno a las once y doce respectivamente[2]. Desde luego, se habían suavizado las estrictas normas, al permitir la apertura durante el invierno una hora más tarde que los años anteriores.

         El último bando de este siglo XIX tiene fecha del 20 de enero de 1890. Como era habitual, Alfredo Calvo Lozano, entonces Alcalde, accede a la petición de varios jóvenes que se le han acercado ?solicitando permiso para máscaras? con motivo de la fusión de los casinos Primitivo y Círculo de la Amistad, ?deseando que el público se divierta sin traspasar los límites de las leyes ni faltar a la cultura de una población tan mejorada como ésta? [3].  Después del introito, siguen las normas de los bandos anteriores.

         Desde este fecha, ya no volveremos a encontrarnos bandos sobre el Carnaval o fiestas de máscaras hasta los años de la Dictadura de Primo de Rivera, sin embargo, lógicamente se seguían celebrando los carnavales con la misma intensidad y forma como veremos más adelante.



[1] ARCHIVO MUNICIPAL DE PRIEGO DE CÓRDOBA. Legajo 218.1. 6 de marzo de 1886.

[2] ARCHIVO MUNICIPAL DE PRIEGO DE CÓRDOBA. Legajo 218.1.  Priego, 7 de diciembre de 1886.

[3] ARCHIVO MUNICIPAL DE PRIEGO DE CÓRDOBA. Legajo 218.1. Alfredo Calvo Lozano, 20 de enero de 1890.